Mientras permitía el paso para peatones y motocicletas, o lo impedía para carros más pesados, Horta miraba al cielo rogando que no lloviera de nuevo en el Atlántico, pues probablemente el pedazo de asfalto por el que cruzaban los ciudadanos se terminaría de desprender, llevándose toda posibilidad de cruzar desde el municipio de Repelón hacia el corregimiento de Villa Rosa.
“Esta vía es realmente un puente que conecta a dos comunidades. Desde que empezaron las lluvias el sábado anterior, el agua del arroyo que cruza debajo del puente empezó a subir de nivel y a socavarlo, hasta que terminó desmoronándose, pasando sobre la vía con mucha fuerza e impidiendo el tráfico. Desde entonces, estoy aquí con mis compañeros promotores viales para mantener la vía cerrada, total o parcialmente, hasta que se mejore la situación, evitando que se ponga en riesgo la vida de los que suelen utilizar esta vía”, explicó el agente Horta, mientras vigilaba cómo una familia cruzaba a pie junto a los conos que más temprano había instalado.
El esfuerzo de Jhoiner y de otros ocho agentes y 50 promotores de Tránsito fue reconocido por la gobernadora, Elsa Noguera, quien aseguró que "la labor que realizan en medio de la emergencia ha ayudado a hacer sentir a la gente del Atlántico que no está sola, que estamos aquí para ayudarlos en todo, incluyendo su movilidad".
Durante todo el fin de semana y hasta nuevo aviso, la vía Repelón-Villa Rosa se convirtió en su puesto de trabajo permanente, a donde llega a las 6:00 de la mañana desde su natal Manatí, para “aportar su granito de arena” en medio de las emergencias ocasionadas por las 48 horas seguidas de lluvia que se presentaron en el Atlántico.
Según explicó el agente Horta, la jornada laboral de 12 horas, que se cumple entre aguas marrones, conos naranjas, trozos de asfalto grisáceo y su inconfundible uniforme azul, ha sido “ardua”, pero con el único objetivo de controlar que la situación transcurra sin más novedades.
“El nivel del agua ha bajado y ya se ve que el puente ha quedado en muy mal estado, pero se ha posibilitado el tráfico en un solo carril y para vehículos livianos como motocicletas o peatonal. El trabajo ha sido arduo porque esta es una vía bastante transitada y no todos han llegado hasta este punto informados de la situación; sin embargo, estamos cumpliendo el objetivo que es evitar que se presenten accidentes o pérdidas humanas, que es lo que nos importa”, expresó.
Y es que la orden se cumple desde la cabeza, con la directora de Tránsito del Atlántico, Susana Cadavid, quien ha recorrido junto con los funcionarios las zonas afectadas, cubriendo 500 kilómetros de vías secundarias en los que se busca mantener la seguridad vial en medio de las emergencias, pero también para prestar toda la ayuda que sea necesaria a los ciudadanos damnificados por esta ola invernal.
Desde acordonar y señalizar una vía en mal estado, hasta ayudar a familias a evacuar los enseres de sus viviendas afectadas y reubicarse en otras zonas, han sido las tareas que ‘los azules’ del departamento han adelantado en representación de la administración departamental.
“Como agentes de Tránsito, varios de nosotros teníamos que haber descansado el fin de semana, pero ante las emergencias nos levantamos sin reparos, porque lo importante es que podamos seguir cuidando la vida y la integridad de nuestra propia gente atlanticense. Si nos toca meternos en el barro, aquí estamos, siempre pendientes de la gente”, reiteró Horta.
Y es que, en medio de tanto, hasta el tráfico fluvial han tenido que controlar los agentes, pues la recursividad y desesperación de los ciudadanos de Villa Rosa les llevó a utilizar canoas para aprovechar la fuerza y el alto nivel del agua, y así transportar a las personas que requerían cruzar.
“Somos empáticos con aquellos que tienen dificultades para movilizarse y llegar a sus lugares de destino debido al daño en el puente y el cierre de otras vías, pero les hacemos saber qué el paso está cerrado porque nos importa su vida, nos importa mantenerlos seguros, y esta es la mejor medida para garantizar eso”, agregó el agente.
Tramos viales afectados no impiden el paso de ayudas
La directora del Tránsito del Atlántico, Susana Cadavid, detalló que en total ocho tramos de vías que hacen parte de la red secundaria han sido los más afectados por las lluvias y deslizamientos, obligando el paso controlado por los mismos.
La funcionaria indicó que las zonas rurales de Piojó, Tubará, Usiacurí, Repelón y Santa Lucía han sido las más afectadas por los cierres viales, pues se ha interrumpido la conexión terrestre con las cabeceras municipales debido a destrucción de las calzadas y el desbordamiento de arroyos.
“Enviamos a los agentes a controlar el tráfico para impedir que los vehículos hagan uso de vías que están afectadas o en riesgo de deslizamiento. Al mismo tiempo que canalizamos sus peticiones de ayuda con nuestra Gobernación para que nadie se quede sin ser atendido”, afirmó la funcionaria.
Así mismo, la directora indicó que en el municipio de Polonuevo, donde le fue asignado a Tránsito del Atlántico canalizar las ayudas a los damnificados, se han adelantado reuniones con la comunidad, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo y el Alcalde, para establecer el panorama de las afectaciones y priorizar los puntos críticos para brindar las soluciones idóneas.
“Hemos estado colocando barricadas con sacos de arenas, entregando ayudas y planeando intervenciones futuras, para lograr atender la emergencia con miras a que no se vuelvan a presentar daños de la misma magnitud. Nos hemos enfrentado a desbordamiento de arroyos y deslizamientos que han afectando a varias familias con el colapso de sus viviendas, pero estos ya han sido reubicados y están recibiendo toda la atención necesaria”, detalló Cadavid.
La funcionaria concluyó asegurando que la atención de parte de las autoridades gubernamentales se mantendrá durante todo el tiempo que sea necesario y reiteró que sus agentes de Tránsito están prestos a brindar cualquier tipo de ayuda que los ciudadanos requieran para seguir movilizándose seguros en medio de las emergencias.