El operativo se cumplió entre las 8:00 y las 11:00 de la noche del pasado lunes con base en inspecciones oculares de seguimiento que se realizaron en días posteriores a la reubicación provisional efectuada durante el primer fin de semana del presente mes.
En esa oportunidad, todos los vendedores estacionarios involucrados habían sido informados sobre los derechos y deberes que les asisten, al igual que el cumplimiento de obligaciones tales como autorregularse a las medidas reglamentarias de las chazas o puestos de venta, mantenerlos aseados y, sobre todo, ocuparlos y ejercer su actividad comercial.
Los profesionales de la Secretaría de Control Urbano confirmaron que un buen número de chazas que habían sido relocalizadas en forma transitoria desde la calle 33 entre carreras 40 y 43 hacia la calle 34 entre carrera 41 y 42, y también sobre la calle 42 entre calles 32 y 34, han permanecido cerradas y que no observan su debida explotación comercial como supuesta fuente de ingreso de sus ocupantes.
No ha habido arbitrariedad
“Nuestro personal de facilitadores hizo un seguimiento diario, entre las 8:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde, a todos los puestos de venta reubicados y detectamos lo que estaba ocurriendo con algunos en donde no se observó presencia de vendedores y parecían abandonados. Ante esto, determinamos removerlos y llevarlos a nuestras bodegas porque a nuestro juicio constituían un obstáculo que estaba ocupando de manera irregular el espacio público en el Centro Histórico”, afirmó el secretario de Control Urbano y Espacio Público, Henry Cáceres Messino.
Los propietarios de esas chazas deberán explicar los motivos por los cuales las mantienen cerradas, ya que están contraviniendo la reglamentación que existe sobre el particular. En principio, si un vendedor se ampara en la confianza legítima para ocupar el espacio público, pero a su vez desatiende la obligación que tiene de ocupar su puesto de venta, podría incurrir en causal de pérdida de derechos ya que demuestra su desinterés hacia esa fuente de ingresos y así se deslegitima la autorización de la administración al ceder la ocupación temporal del espacio público, tal como lo establecen las normas que regulan el tema.
Sin embargo, el funcionario advirtió que aunque la no apertura de esas chazas dio motivo para la remoción y decomiso de las mismas, en principio los propietarios no perderían el derecho que tienen adquirido para hacer parte del programa de Peatonalización que está implementando la Alcaldía Distrital.
Cáceres Messino rechazó la actitud de algunos dirigentes de asociaciones de vendedores estacionarios que durante la mañana de este martes se tomaron las oficinas de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público en protesta por los operativos de la noche anterior y durante casi dos horas impidieron la entrada y salida de funcionarios.
“No ha habido ninguna arbitrariedad en nuestros operativos de control. Ellos suscribieron unos compromisos que debieron cumplir y uno de ellos es ocupar y explotar los puestos de ventas, no dejarlos cerrados y aparentemente abandonados, obstruyendo el espacio público”, enfatizó Cáceres.
Anunció que estos operativos de control se mantendrán, incluso se extenderán a aquellos sectores en los que ya se han efectuado jornadas de sensibilización invocando la autorregulación por parte de los vendedores estacionarios de la carrera 43 entre calles 30 y 38.
Hoy, en una nueva inspección ocular efectuada por facilitadores de Espacio Público, se detectaron más chazas cerradas que habían sido reubicadas provisionalmente el pasado 6 de agosto en el sector de la carrera 42 entre calles 32 y 34. Estos casos también serán investigados y se procederá a la remoción y decomiso del espacio público, advirtió el titular de la Secretaría de Control Urbano.
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