De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, en las últimas 24 horas las fuerzas de ocupación cometieron cinco masacres contra familias palestinas.
Con la actualización, subieron a 35.233 los civiles asesinados y a 79.141 los heridos por la agresión sionista tras el despliegue de la Operación Diluvio de Al-Aqsa por la resistencia palestina en territorios ocupados.
El ente sanitario estimó que entre 8.000 y 10.000 personas permanecerían bajo los escombros causados por los bombardeos. En tal sentido, instó a familiares de mártires y desaparecidos a informar de posibles pérdidas de allegados.
En las últimas horas los ocupantes han continuado amedrentando a la población de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, gobernación de donde ya huyeron más de 450.000 civiles, muchos de ellos desplazados varias veces, por temor a los bombardeos israelíes o a un asalto terrestre.
Las fuerzas de ocupación bombardearon áreas civiles de los campos de refugiados de Jabalia. Aquí se reportó el asesinato mediante ataque con misil de tres civiles que viajaban a bordo de un auto, así como varios heridos por el ataque contra desplazados que salían de la clínica del Organismo de la ONU para los Refugiados Palestinos (OOPS) en este campo.
La plataforma digital Times of Gaza difundió videos de periodistas que cubrían los ataques en Jabalia y tuvieron que ir luego de que les disparasen desde un quadcopter, vehículo aéreo no tripulado israelí.
En Beith Lahia, al norte de Jabalia, bombardearon la casa de la familia al-Zain y mataron e hirieron a varios civiles.
En ciudad de Gaza, al norte de la Franja, la ocupación disparó contra decenas de personas que intentaban captar señales de comunicaciones e internet en la intersección de las calles al-Jalaa y al-Oyoun.
Otro blanco de los ocupantes fue el campo de refugiados de Nuseirat, al centro de Gaza, donde perpetraron un ataque directo a una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa), que mató a seis palestinos.
En dicha escuela, instalación de la ONU, protegida por el derecho internacional humanitario y cuya ubicación conocen los ocupantes, se hallaban cientos de desplazados en busca de refugio.
Este miércoles se mantuvieron los cierres de los ocupantes sionistas a los cruces de Rafah (por noveno día consecutivo) y Karm Abu Salem (por décimotercer día), impidiendo que alimentos, agua, combustibles y otros productos vitales lleguen a los palestinos.
Horas atrás, el Ministerio de Salud de Gaza alertó del colapso del sistema sanitario por la falta de combustibles, que sobre todo pone en riestyo de muerte a bebés en incubadoras y heridos o pacientes conectados a máquinas de soporte vital.