De acuerdo con la máxima institución de la iglesia Católica en España, las víctimas denunciaron a 728 agresores, el 99 por ciento de los cuales eran hombres; más de la mitad, unos 378, clérigos; 208 religiosos; 92 laicos y en 23 de los casos la víctima desconocía la condición eclesial.
El informe también revela que el 63,60 por ciento de las víctimas ya han fallecido, así como la mayoría -un 82,62 por ciento- son varones; frente al 17,38 por ciento de casos que fueron abusos contra niñas.
El documento precisa que 75 por ciento de las agresiones corresponde a antes de 1990, siendo la década con mayor número de casos registrados la de 1970, en la que se tiene constancia de un total de 172 abusos.
No obstante, pese a que desde principios de los años 90 hasta el 2010 se produjo un descenso significativo de las denuncias, en los últimos tres años se han denunciado 34 agresiones, lo que significa un aumento de los delitos sexuales en la iglesia Católica española.
En relación con el informe, el secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán, aseveró: "No nos cansaremos de pedir perdón, pero tampoco de atender a las personas que sufran esta lacra, en cualquier lugar, ni de poner los medios para que la Iglesia sea cada vez más un lugar seguro para niños y jóvenes".