“Para poder cultivar 5.000 hectáreas en el sur del Atlántico, necesitábamos facilitar la financiación de nuestros campesinos. La buena noticia es que el acceso al crédito ya es una realidad, debido al Incentivo de Capitalización Rural Departamental. Es decir, un beneficio económico que reciben nuestros campesinos para cubrir el 30 por ciento del valor de sus créditos, lo que elimina el riesgo para los bancos y les facilita acceder a la financiación de su proyecto productivo”, explicó la gobernadora, Elsa Noguera. La mandataria agregó que, “gracias a que somos el único departamento del país que otorga este incentivo, la multinacional israelita Bean & Co, con presencia en América del Sur, África, Oceanía y Asia, iniciará su presencia en el país por el Atlántico, con la siembra de las primeras 500 hectáreas de cacao en el distrito de riego de Santa Lucía y Suan”, resaltó.
En septiembre de 2020 entró en vigencia el decreto que se creó para reglamentar el Incentivo a la Capitalización Rural del Atlántico, un beneficio económico cuyo monto será descontado de la cuantía total o de los pagos parciales de obligaciones derivadas de créditos de fomento agropecuario. El esquema de funcionamiento es con el banco, un operador y el pequeño productor.
A la fecha, el Banco Agrario ha aprobado créditos a los productores asociados por valor de 15 mil millones de pesos. Para el director para Colombia de LR Group and Bean & Co Global, Ziv Gadya, las condiciones que ofrece el departamento, para poder emprender el proyecto productivo de siembra de cacao en Santa Lucía y Suan, son únicas.
“La disponibilidad de agua, los distritos de riego que están operando de buena manera, la voluntad de la Gobernación de dar su aporte a los agricultores nos permite contar con las mejores condiciones para crear un proyecto productivo con nuestra experiencia, y esto es algo que no existe en otros países en el mundo”, reconoció el director. De acuerdo con el nuevo secretario de Desarrollo Económico, Luis Humberto Martínez, con el Icra se logra disminuir de manera significativa los costos de inversión del agricultor. “Es un apoyo bien importante y estimulante para que nuestros productores se entusiasmen y tengan esa disposición para aumentar sus áreas de siembra.
Al mismo tiempo, la comercialización asegurada representa una disminución del riesgo para el productor y, a la vez, para el banco que está haciendo la operación crediticia. Desde todo punto de vista, los escenarios son beneficiosos para nuestros agricultores”, indicó Martínez. Edwin Muñoz es un repelonero de 49 años. Vivió durante siete años en Venezuela y hace seis años regresó a Repelón; se había dedicado los últimos años al mototaxismo y a la pequeña agricultura sembrando sorgo y maíz.
Sus tierras tenían más de cinco años sin producir, porque estaban llenas de monte y trupillo y sin agua. Edwin se animó a participar del proyecto productivo, a través de la siembra de limón, y ahora puede ver su tierra productiva, con agua 24/7 y con el anhelo de ser una fuente de bienestar para su familia. “La agricultura es el sustento de nuestro municipio, para poder sacar adelante a nuestros hijos y a nuestras familias. Yo me siento feliz de ser parte de todo esto que está pasando en Repelón”, señaló el agricultor.