De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), las intoxicaciones por la ingesta de comida en mal estado o por alcohol adulterado, junto con los accidentes por la manipulación por pólvora, son las tres principales causas de consulta en los servicios de urgencia durante las épocas decembrinas, distintas a los traumas, accidentes u otros motivos históricos.
Por tal razón, la doctora Vivian Bernal, Médico Especialista de NUEVA EPS, explica que existen dos tipos de riesgo para la salud asociados a estas situaciones:
• Infecciones alimentarias por consumo: las producidas por el consumo de alimentos, bebidas alcohólicas, e inclusive agua contaminada con agentes infecciosos (como bacterias, virus, hongos o parásitos).
• Las intoxicaciones alimentarias: se trasmiten por consumir alimentos que contienen toxinas producidas por microorganismos o sustancias químicas, las cuales se introducen involuntariamente o de manera accidental en los alimentos, en cualquier momento desde la producción hasta el consumo.
La mayoría de enfermedades, bien sea por infección o por intoxicación, generan trastornos gastrointestinales como vomito excesivo, diarrea (en ocasiones con sangre), fiebre, sudoración, dolor de estómago, dolor de cabeza, alergias, malestar general, deshidratación y en casos graves inflamación de tejidos. Por eso, es recomendable comprar los productos alimenticios en lugares conocidos, que cumplan con las normas de salubridad, y mantener en refrigeración la comida que lo requiera.
En ese sentido, otra de las recomendaciones consiste en mitigar el riesgo al momento de la preparación, pues en este punto aumenta el riesgo de contaminación considerablemente. Para tal fin, es importante:
Evite la ´contaminación cruzada´, este fenómeno se da muy a menudo sobre todo al momento de combinar alimentos. Por ejemplo, a la hora de utilizar cárnicos o embutidos es fundamental que no se mezclen fluidos a la hora de prepararlos, es preferible hacerlo solo, y posteriormente prepare los complementos.
Conserve el producto en recipientes herméticos hasta la hora de ponerlos a cocinar, no los exponga por un tiempo prolongado al ambiente pues la presencia de bacterias, sumado a la condición propia del pescado, puede que degenere en rápida descomposición del mismo.
No deje alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas, ni descongele a temperatura ambiente.
Si hay sospecha de intoxicación y los síntomas son cada vez más fuertes, el área de Promoción y Prevención de NUEVA EPS recomienda conservar la evidencia. Es decir, si sobra alguna porción del alimento sospechoso o del licor adulterado consérvelo bien, márquela como peligro o presérvela refrigerada. También guarde todo el material de empaque como latas o cajas.
Escriba en un papel el tipo de alimento, las fechas y las marcas de identificación que traiga el paquete, la hora en que consumió el alimento y en qué momento iniciaron los síntomas. Y acérquese al servicio de urgencias más cercano. Finalmente, es fundamental cerciorarse de la calidad de los productos que van a consumir, pues las intoxicaciones de estos tipos son situaciones que, en muchas ocasiones, son totalmente evitables si verificamos su estado antes de ingerirlos.