Primeros pasos
Los más pequeños fueron protagonistas al recibir los beneficios de la educación inicial, salud, nutrición, construcción de ciudadanía, desarrollo social, promoción social como sujetos de derechos y disfrute de los nuevos espacios exclusivos para los niños entre 0 y 5 años, y las madres gestantes.
Una de las mejores noticias fue la aprobación, por parte del Concejo de Barranquilla, de la Política Pública de Primera Infancia. Noticia que reafirma la apuesta social del gobierno del alcalde Alejandro Char por la promoción del desarrollo integral de la primera infancia en el Distrito y brinda herramientas institucionales para la concurrencia y coordinación de esfuerzos para los niños.
“Alex y yo nos empeñamos en garantizar que nuestros más pequeñitos cuenten con una atención de calidad, que esos hombres y mujeres del mañana nazcan y crezcan en una ciudad con condiciones dignas para su formación. Por eso cada paso que damos por ellos tiene la visión de un futuro mejor”, apuntó la primera dama.
Los 46.800 beneficiarios del programa de Primera Infancia, distribuidos en más de 70 barrios de la ciudad, fueron atendidos integralmente durante el 2018, gracias al convenio interadministrativo con el ICBF por valor de $107.609.443.636.
La población en condición de discapacidad también fue beneficiada durante este año con una inversión de $564.484.812 representados en 12.483 elementos que fueron entregados a los beneficiarios en 342 kits que permiten estimular, a través de su uso, la parte sensorial con objetos sonoros, de texturas y sistema braille.
En el presente año también se logró el fortalecimiento de las capacidades en la participación activa de los procesos de primera infancia en 400 padres pertenecientes a la Red de Padres del Distrito de Barranquilla. Esto con el fin de formar padres multiplicadores de bienestar, paz, buenas prácticas de crianza y personas capaces de ejercer control social. El proyecto de la red de padres tuvo una inversión de $400.000.000.
De acuerdo al plan de desarrollo del alcalde Alejandro Char, se cumplió la meta del 2018 al realizar las adecuaciones y mejoramiento en las infraestructuras de 3 centros de desarrollo infantil: El Edén, con 299 beneficiarios; La Unión, con 100, y Cayenas con 80. “Comprometidos con mejorar cada día, se invirtieron $1.826.933.065, en el marco del convenio con ICBF, en la cualificación de 1.429 agentes educativos que realizan la atención directa a los niños en temas como la promoción del desarrollo integral: arte, cultura y movilización social para la primera infancia, vínculo afectivo, ansiedad de separación, autonomía vs. disciplina, iniciativa, desarrollo sexual, socialización, expresión de emociones, desarrollo moral, comunicación y autoestima”, dijo el secretario de Gestión Social, Santiago Vásquez.
Constructores de sueños
Con el programa distrital Trabajando por los Niños, la Alcaldía hoy beneficia a 133 niños y adolescentes que anteriormente estaban en situación de trabajo infantil. A través del programa se busca restablecer los derechos vulnerados, inobservados y amenazados de los niños expuestos al trabajo, para lo cual se realizan acciones conjuntas con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Policía de Infancia y Adolescencia, Secretaría de Gobierno y Comisaría de Familia.
Dentro el proceso de atención integral, de la mano de la Secretaría de Educación del Distrito, se lograron 17 cupos estudiantiles para niños del proyecto. De la población beneficiaria a 20 niños les fue gestionada su tarjeta de identidad, en materia de salud se realizaron 2 jornadas de valoración por pediatría, nutrición, crecimiento y desarrollo, y salud oral.
Para la primera dama, Katia Nule, es prioridad que se trabaje constantemente, y de la mano con la familia de los niños pertenecientes al proyecto, con el fin de fortalecer los vínculos y convertir a cada miembro del círculo familiar en los primeros garantes de derechos de los niños.
Por ello se fortaleció la Escuela de Padres, que realizó 7 talleres de formación psicosocial al cierre de 2018. Muchos de estos padres de familia fueron beneficiados en cursos de repostería, máquinas planas y floristería, entre otros.
“El lugar de nuestros niños no es la calle, y mucho menos el trabajo, ellos deben vivir sus etapas de vida de acuerdo a su edad, es así como hemos venido atendiendo a los niños del programa, de manera integral, para que tengan unas mejores condiciones de vida, ellos son constructores de sueños y de objetivos para su vida, y es importante que vivan su niñez y adolescencia como debe ser”, manifestó Katia Nule.
Al proceso se sumaron las casas de cultura, quienes tienen una sede en el internado Monseñor Víctor Tamayo, donde forman a los niños en música, arte y oficio, percusión, danza y breakdance. Adicionalmente disfrutaron de salidas pedagógicas.