En primera medida, se trata de 20 millones de dólares que anunció el ministro del Clima y Medio Ambiente de Noruega, Tore O. Sandvik, para fortalecer los esfuerzos de Colombia en su lucha contra la deforestación. Este financiamiento apoyará iniciativas para proteger la Amazonía, un ecosistema clave para el mundo.
“El éxito de Colombia en la reducción de la deforestación demuestra el poder de las medidas efectivas. El año pasado, la deforestación alcanzó su nivel más bajo en 23 años. Colombia tiene la segunda mayor biodiversidad del mundo, lo que hace de esta una iniciativa ambiental a escala global”, dijo el ministro noruego Sandvik.
Frente al anuncio, el viceministro de Políticas y Normalización Ambiental de Colombia, Mauricio Cabrera, celebró este apoyo financiero y el compromiso decidido entre la conservación y el desarrollo sostenible. “El respaldo de Noruega es un testimonio de confianza en nuestra capacidad para abordar los desafíos ambientales con acción concretas y sostenibles. Esto nos permite trabajar conjuntamente por un futuro donde la biodiversidad y el bienestar humano puedan coexistir en armonía y en Paz con la Naturaleza”, afirmó.
Además, Cabrera destacó que estos recursos serán clave para el financiamiento e implementación del Plan de Acción de Colombia para proteger y conservar la biodiversidad al 2030.
Por su parte, el gobierno de Suecia aportará cinco millones de dólares que impulsarán la bioeconomía, la acción climática y la restauración ecológica en Colombia. Este proyecto es el resultado de los compromisos adquiridos bajo la Declaración Conjunta de la Alianza Bilateral Suecia-Colombia firmada este año por el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, y el presidente de la república de Colombia, Gustavo Petro.
La iniciativa pretende integrar las agendas de desarrollo y construcción de paz con la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, reduciendo la vulnerabilidad climática y financiera de las comunidades expuestas a la primera línea de la crisis climática.
“Junto a la cooperación sueca hemos logrando grandes avances en la lucha contra la crisis climática. Este nuevo anuncio reafirma mucho más los lazos de estas dos naciones que están comprometidas con la biodiversidad y las acciones contra el cambio climático”, comentó Cabrera.
Adicionalmente, el Gobierno Nacional y el sector privado lanzaron el primer bono de biodiversidad del país por 50 millones de dólares. Este bono es el resultado de un acuerdo entre el Banco Davivienda y la Corporación Financiera Internacional (IFC) y tiene como objetivo movilizar recursos hacia proyectos que tengan impactos positivos con la naturaleza y que protejan, conserven y restauren la biodiversidad del país.
Al respecto, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad dijo que este bono de biodiversidad es realmente un hito de financiamiento para la recuperación de la naturaleza, que genera financiamiento a sectores estratégicos, demuestra que es financiable la protección de la biodiversidad y se alinea con el Portafolio de Transición Climática y Socioecológica de Colombia.
En busca de mecanismos para fortalecer la protección de la biodiversidad
Dentro de la agenda de finanzas de la COP16, la ministra Muhamad, junto con la ministra de Ambiente de Brasil, Marina Silva, el ministro de Malasia, Nik Nazmi Nik Ahmad y el ministro de Noruega, Tore Sandvik, apoyó el mecanismo Tropical Forest Forever Facility para la financiación de los bosques tropicales, resaltando la importancia de generar un ecosistema de financiamiento para la protección de biodiversidad que pueda contribuir a la búsqueda de soluciones conjuntas para estos ecosistemas.
De igual manera, se realizó el primer reporte interino de la Revisión Global de Expertos sobre Deuda, Naturaleza y Clima, el cual explica el círculo vicioso de la triple crisis planetaria: pérdida de biodiversidad, cambio climático y contaminación. Pero a su vez propone, un posible ‘círculo virtuoso’ de crecimiento sostenible, si los países invierten en un desarrollo bajo en carbono, resistente al cambio climático y respetuoso con la naturaleza.
Esta revisión aborda cómo las crisis de deuda, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad se interrelacionan en países emergentes y en desarrollo, y busca establecer mecanismos financieros que impulsen la sostenibilidad y el cuidado de la naturaleza. El reporte es el primer paso tangible para entender cuáles pueden ser los mecanismos financieros y reformas a la arquitectura de deuda global que permitan a la humanidad hacer paz con la naturaleza y luchar contra el cambio climático.