A un año de la declaratoria de la emergencia sanitaria en Colombia, el balance de Barranquilla en el manejo de la pandemia habla de un sistema de salud robustecido, un patrón de respuesta integral basado en enfoques predictivos, modelos matemáticos y epidemiológicos tempranos, así como una óptima capacidad de reacción de una administración que movilizó respuestas en educación, asistencia social, reactivación económica y seguridad sanitaria, entre otras.
“Hoy somos más fuertes como sociedad, como humanidad y como ciudad. Barranquilla hoy es otra ciudad, que fortaleció su capacidad institucional, médica, de sostenibilidad y resiliencia, porque hoy la ciudad terminó con los índices de desempleo más bajos de Colombia en el año 2020. En los momentos más difíciles demostramos solidaridad, tesón, aguante y preparación”, afirmó el alcalde distrital Jaime Pumarejo Heins.
El paso a paso de un caso de éxito
A partir del primer caso positivo en suelo barranquillero, el alcalde Pumarejo creó un equipo interdisciplinario conformado por asesores especialistas en salud, expertos científicos, miembros del gabinete distrital, del sector privado y la comunidad. La primera tarea: la realización de pruebas diagnósticas para determinar la enfermedad COVID-19.
Barranquilla pasó de tener un laboratorio de procesamiento de pruebas a cargo del Instituto Nacional de Salud (INS) a tener 13 laboratorios locales y 46 laboratorios a nivel nacional que reciben muestras de barranquilleros.
La capital del Atlántico es la ciudad con mayor número de procesamientos de pruebas PCR por cada 100.000 habitantes: 520.000 pruebas en toda la pandemia, lo que representa 43.000 pruebas por cada 100.000 habitantes, registro que supera a los principales centros urbanos del país.
En junio, Barranquilla fue la primera ciudad que alcanzó el pico de contagios. Cuatro meses después, a comienzos de octubre, se inició el estudio de seroprevalencia desarrollado por el INS, con el propósito de conocer un aproximado de ciudadanos afectados por COVID-19, cuáles fueron los factores de riesgo y cuántos desarrollaron inmunidad ante el virus. La ciudad alcanzó en octubre pasado un 60% de prevalencia, actualmente se estima en 70%.
Se creó un nuevo Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) que permitió unificar el manejo de las remisiones a UCI, convirtiéndose en modelo regional de atención. Todo esto, mientras comenzaban a llegar 446.461 auxilios alimentarios directamente a las comunidades de la ciudad en una acción coordinada por parte de la Secretaría de Gestión Social.
Los seguimientos permitían un mejor control
Los indicadores de tasas de contagio o positividad de usos hospitalarios y de fallecimientos sirvieron para mostrar diariamente el comportamiento y el control de la pandemia. Los contagios evidenciados en junio y julio de 2020 provocaron el pico más elevado de la emergencia sanitaria con una positividad del 45%, es decir, casi la mitad de cada cien pruebas eran positivas.
Luego, desde el mes de agosto hasta noviembre de 2020, la ciudad entró en un valle de casos diarios, un aproximado de cinco casos por cada 100 pruebas realizadas, es decir un 5%. En los meses de noviembre y diciembre de 2020, producto de la ola de casos que vivió Colombia y el mundo, asociados a la temporada decembrina, Barranquilla presentó un incremento de 22 casos positivos por cada 100 pruebas.
Hoy, la ciudad ha retornado a un escenario de positividad con una tendencia franca a la disminución después de la segunda semana de enero, estableciendo en un 8% el indicador.
Los usos hospitalarios en pacientes COVID-19 se encuentran en 2% hospitalización y UCI en 9% para residentes de Barranquilla. La ciudad ha regresado a un 50% disponibilidad UCI, una capacidad resolutiva más robusta para el control de la pandemia. En respuesta a lo anterior Barranquilla mantiene la letalidad en un dígito, con cifras menores a 5 decesos al día, y con días de cero fallecimientos a causa del virus.
Más UCI, mejor atención
Barranquilla, con el apoyo del Gobierno nacional, de organizaciones no gubernamentales y del Gobierno de Emiratos Árabes, incrementó en un 77% sus UCI-adulto al pasar de 411 a 728 camas, lo que le permitió ser una ciudad resolutiva y suficiente en la emergencia sanitaria que afrontó en los meses de junio y julio del año 2020, tiempo en el que se alcanzó una ocupación del 91% pacientes COVID-19 y no COVID-19.
Este aumento de la capacidad de UCI ha sido un hecho histórico para la ciudad que, en menos de seis meses, mejoró la infraestructura para la atención de alta complejidad hospitalaria, un avance que se hubiese logrado en 30 años.
En total, Barranquilla obtuvo 977.175 bienes e insumos médicos hospitalarios para el manejo y control de la emergencia por COVID-19 incluyendo ventiladores, dispositivos médicos, elementos de protección personal, insumos y demás herramientas que ayudaron a la capacidad de respuesta en la emergencia sanitaria.
El Distrito trajo seis nuevas ambulancias, 4 de ellas de transporte básico y 2 medicalizadas.
La ciudad atendió en sus urgencias, servicios de hospitalización y unidades de cuidados intensivos a 4.683 pacientes procedentes de otras zonas del país, de los cuales, 3.687 correspondían al departamento del Atlántico, y 996 pacientes a otros departamentos de Colombia. Un total de 2.054 eran positivos para COVID-19.
La fortaleza del sistema de salud permitió dar respuesta a otras emergencias regionales vividas en el año, accidentes de combustibles líquidos en Tasajera y Maicao. Acompañamiento en el segundo brote vivido en la capital del país y préstamo de 20 ventiladores a Bogotá, en el mes de diciembre. La ciudad se constituyó a nivel país como una de las de mayor capacidad instalada.
+60 y Centros de Escucha, estrategias exitosas
Proteger la vida de los adultos mayores fue el objetivo de la estrategia +60, con la cual se atendieron 99.935 usuarios mayores de 60 años por intermedio de los Caminantes de la salud. Durante el seguimiento y monitoreo a esta población, en la primera ola de la emergencia se intervinieron 2.420 y en la segunda ola 3.813 a través de las rutas de atención.
La salud mental también tuvo su estrategia: Barranquilla instaló 5 centros de escucha llamados Vacuna Emocional, en las cinco localidades del Distrito, con el fin de escuchar, percibir e identificar la afectación mental de los habitantes. Durante el mes de diciembre del año 2020 se atendieron 2.037 personas, de los cuales el 69% de los consultados hicieron el cierre de la intervención con recomendaciones de manejo en casa y el 31% fueron remitidos a su EPS para valoración y seguimiento.
Vacunación: el presente y el futuro
A corte de marzo 6 de 2021, el Distrito ha logrado aplicar más de 10.000 dosis, entre personal de primera línea de atención de la pandemia y adultos mayores de 80 años y más. “La realidad de la vacunación en todo el país es que la próxima semana ya empezará la parte masiva de la vacunación. Inicialmente, lo que se estaba atendiendo era al personal de la salud y a los mayores de 80 en hogares geriátricos y en centros de vida”, explicó el alcalde Pumarejo.
Esta semana las EPS comenzaron a citar a la población general mayor de 80 años para aplicar las dosis, y ya se están actualizando datos de la población perteneciente a +60 para cerrar la fase 1 etapa 1.
“Esperemos el lunes o martes 40.000 vacunas. En ese momento veremos que empieza a incrementar diariamente el número de vacunas aplicadas hasta poder llegar a una cifra entre 5.000 y 7.000 vacunas diarias aplicadas solo en Barranquilla”, agregó.
Barranquilla se preparó con la consecución de un ultracongelador con las tecnologías adecuadas y necesarias para el manejo de las vacunas COVID-19 con especialidades en temperaturas bajo cero, logrado gracias al respaldo y acompañamiento de la Universidad Simón Bolívar.
Para el proceso de vacunación la estrategia 'Baquna tu Vida' incluyó mejoramiento en la calidad de los datos, alistamiento y capacitación del personal, logística, búsqueda de los adultos mayores en el territorio, sitio web y call center para despejar dudas frente al proceso, y todas actividades que se desencadenan de la vacunación.
“Tenemos unas perspectivas y un optimismo muy distinto al resto del país, sabemos que vamos por buen camino y lo que viene ahora es terminar de vacunar, seguir abriendo nuestra economía y apuntarle a esos sueños que no aplazamos, sino que seguimos trabajando para que este año sean una realidad”, concluyó el alcalde Jaime Pumarejo.