Pero como es costumbre, los barranquilleros tienen una forma diferente de hacer las cosas y esto se ve reflejado en la forma como los pequeños pacientes de la Clínica la Merced llegan a la cita con su cirujano. Son ellos mismos los que con una sonrisa en el rostro ingresan a su procedimiento quirúrgico en carritos eléctricos que hacen de su paso por los corredores de la clínica una gran aventura, así lo cuenta Aixa Garrido gerente de la Clínica la Merced:
“Esta maravillosa actividad hace parte de nuestro programa de humanización, el objetivo es reducir los niveles de estrés de los familiares quienes en muchas ocasiones se alteran y logran generar más preocupaciones a los menores al entrar a cirugía, así fue como decidimos buscar una forma particular y divertida de llegar a la sala de procedimientos.
Mediante vehículos de batería conducidos con ayuda de nuestro personal, generamos un ambiente diferente que permite que los chicos y sus familias se adapten con mayor facilidad a un proceso tan complejo como lo es la llegada al quirófano, esto nos ha permitido obtener mejores resultados en la preparación de la cirugía, porque con una sonrisa todo es más fácil”. Ya son muchos los niños que han hecho parte de este programa y la clínica continúa diseñando estrategias que fortalezcan el vínculo entre los pacientes y sus cuidadores.