Este es un órgano vital como el cerebro o el corazón, que realiza múltiples funciones con el fin de mantener la sangre limpia y químicamente balanceada. La Enfermedad Renal Crónica es la alteración del funcionamiento de los riñones por más de tres meses y la pérdida gradual de sus funciones.
Estimaciones internacionales advierten que más del 17 por ciento de la población mundial mayor de 20 años padece deterioro de la función renal De acuerdo a las estadísticas internacionales, 1 de cada 10 personas sufre alguna patología del riñón. Nos encontramos ante un severo problema de salud pública, en el cual la enfermedad renal crónica (ERC) es la sexta causa de muerte en el mundo y su prevalencia (casos de enfermedad) va en aumento.
Actualmente aproximadamente 850 millones de personas a nivel mundial padecen de enfermedad renal crónica y al menos 2,4 millones de pacientes mueren al año a causa de la misma. Signos de alarma Hay que estar atento cuando tu cuerpo te lanza señales, como la comezón, calambres musculares, náuseas o vómitos, falta de apetito, hinchazón de los pies y de los tobillos, falta de aire, cansancio, entre otras.
Nefrólogos de Colombia, señalan que la consulta precoz es fundamental pues un simple análisis de sangre y orina determinará la presencia o ausencia de enfermedad y su grado de evolución; se advierte también la importancia en el diagnóstico de los exámenes de azúcar, medición de tensión arterial, peso, talla e Índice de Masa Corporal (IMC), entre otras valoraciones.
Los expertos manifiestan su gran preocupación por el crecimiento epidémico observado en nuestro país, sobre todo en la región Caribe. Cifras y datos demuestran que 1 de cada 10 personas en el mundo con un trastorno renal. 40% de la población sufre de hipertensión arterial. 8% de la población padece de diabetes, factor de alto riesgo para desarrollar la enfermedad renal.
52% de los colombianos sufre de sobrepeso, factor que aumenta el riesgo de enfermedad del. Consejos para mantener el buen estado de los riñones:
• Prevenir el sobrepeso o la obesidad, especialmente en situaciones particulares como son el periodo de gestación y menopausia.
• Detección precoz de enfermedades altamente perjudiciales para nuestros riñones como son la diabetes y la hipertensión arterial, ambas frecuentes en las situaciones especiales de la mujer durante la gestación y la menopausia.
• Control de la tensión arterial en las mujeres con antecedentes familiares de hipertensión arterial.
• Control de la función renal por parte de su médico de atención primaria a partir de los 70 años donde se observa con más frecuencia la enfermedad renal crónica oculta.
• El ejercicio es el mejor medicamento frente a las enfermedades cardiovasculares que dañan nuestros riñones.
• Mantener una adecuada ingesta de líquidos.
• Evitar tomar medicamentos sin control médico.
Prevención Para prevenir la nueva aparición de cálculos renales en personas que ya han sufrido un episodio de litiasis renal se aconseja seguir las siguientes recomendaciones:
• Ingesta apropiada de agua
• Intentar tener una buena hidratación para conseguir generar dos litros de orina al día, para ello es aconsejable beber algo más de dos litros de agua teniendo que aumentar a casi tres litros al día en periodos en los que la temperatura ambiente sea elevada (para compensar la deshidratación secundaria al sudor).
• El tipo de agua no es tan determinante como el volumen ingerido, es decir, lo más importante es lo mencionado anteriormente en cuanto a cantidad.
• Evitar el consumo de refrescos
• El consumo de refrescos, especialmente bebidas de cola
• El consumo de café y té se aconseja no abusar de ellos
• Es aconsejable el consumo diario de infusiones a base de Herniaria, planta conocida como “rompe-piedras” que ayudan a aumentar la diuresis y prevenir la formación de nuevas litiasis.
• Controlar la dieta
• Es aconsejable aumentar la ingesta de fruta (principalmente cítricos) y aumentar verduras (evitando acelgas y espinacas, especialmente en aquellos pacientes con litiasis).
• Reducir en la dieta las proteínas animales en general, la ingesta de sal, chocolate y frutos secos.
Es aconsejable mantener una ingesta de calcio acorde a la edad del individuo y muy raramente se aconseja reducir la ingesta de calcio. La obesidad no solo incrementa la probabilidad de sufrir un cólico nefrítico sino que además aumenta el riesgo de padecer complicaciones renales, por lo tanto es esencial mantener una dieta sana y equilibrada.
De acuerdo a la coordinadora nacional de Alto costo de la EPS AMBUQ, Taidy Ávila, “el consumo de sodio en la dieta alimentaria diaria, la ingesta de frutas y verduras variadas, así como racionalizar a cinco las porciones semanales de carnes rojas y blancas. Estas medidas favorecen la protección de los riñones y mejoran la calidad de vida.
También destacó la importancia de realizar media hora de actividad física a diario, no fumar y controlar la presión arterial. "También es muy importante promover entre la juventud los hábitos saludables, como bajar el consumo de sal, tener una dieta que incluya frutas y verduras variadas, no fumar y practicar deportes o realizar actividad física, agregó. “Para no llegar a la Diálisis ni al trasplante, AMBUQ posee un programa de Nefroprotección, importante para los usuarios propensos a sufrir enfermedades crónicas, para que con un tratamiento y un abordaje a tiempo evitar que se deteriore el riñón.”
La Cuenta de Alto Costo premió a la EPS AMBUQ, por ser la mejor del sector en llevar este programa. El Abordaje Integral de la Enfermedad Renal Crónica, cuyo enfoque se basa en la inclusión y prevención en el primer nivel de atención de la salud, priorizando la promoción de hábitos saludables, favoreciendo la detección precoz y el tratamiento adecuado de la enfermedad.
LA CIFRA
“*Actualmente es la 6a. causa de muerte de más rápido crecimiento.
*Se estima que 850 MILLONES de personas en el mundo padecen enfermedad renal por diversas causas.
*La enfermedad renal crónica (ERC) provoca al menos 2.4 millones de muertes al año, mientras que la lesión renal aguda (AKI, por sus siglas en inglés), un importante impulsor de la enfermedad renal crónica, afecta a más de 13 millones de personas a nivel mundial.”