Un ambicioso programa que busca mejorar las condiciones sociales de los habitantes de asentamientos informales empezó el Distrito de Barranquilla. La iniciativa de reasentamiento comprende 11 zonas de la ciudad, donde “estamos extendiendo la oferta distrital de servicios para dignificar a las familias, sin importar si son de Barranquilla, de otras regiones del país o extranjeros”, dijo el alcalde Jaime Pumarejo Heins. La lista incluye comunidades asentadas en Las Flores, Villa Caracas, La Loma, Juan Mina, Brisas del Río, Bendición de Dios, Villanueva, El Pueblo, El Rubí, El Edén y el caño de la Ahuyama, donde las aproximaciones del gobierno han descrito un complejo panorama social. Allí hay pobreza extrema, en algunos casos delincuencia y en muchos otros negociantes de tierras. Las primeras aproximaciones también revelan la presencia de migrantes indígenas de diferentes etnias. Antes de identificar las soluciones específicas pensadas para cada familia, los funcionarios de Edubar entran a las zonas a hacer la caracterización. Ahí se establecen: la situación jurídica, las necesidades de la comunidad, la situación de salubridad, la condición del inmueble o el terreno en que este se encuentra, las actividades económicas e, inclusive, el sueño de los hijos, según señaló la gerente de Edubar, Angie Criales. “Estamos llegando a cambiarles su realidad, para que tengan un techo estable o propio, oportunidades de estudio, atención en salud, mercados para sus emprendimientos, seguridad”, pues “hemos dicho que “Barranquilla es una tierra de oportunidades en la que cabemos todos”, precisó el alcalde Pumarejo. La oferta distrital incluye opciones como arriendos transitorios, viviendas de reposición, auxilios de transporte, traslado del lugar de vivienda, pago de actividades económicas o pago de construcciones, entre otras, según cada caso. Entre los apoyos ofrecidos por el Distrito se encuentra el transporte, mercados provisorios, herramientas de trabajo y trasteos de pertenencia. Teniendo en cuenta que no todos los miembros desean retornar a sus lugares de origen, el proceso también ofrece la posibilidad de acompañarlos y asesorarlos en la legalización de su estancia en la ciudad. La mayoría de estas personas están en vivienda a medio levantar, con paredes de tabla y techo de zinc, sin servicios públicos formales ni calles pavimentadas. La mayoría viven en zonas hídricas que, además, podrían ofrecer riegos adicionales para ellos. Los índices de morbilidad que la Secretaría Distrital de Salud tiene levantados en esas zonas, indican, además, que son proclives a enfermedades tropicales justamente por las condiciones sanitarias. “Lo que queremos es que tengan mejores opciones para sus hijos, calidad de vida y salubridad”, indicó Criales. El alcalde Jaime Pumarejo Heins señaló que “esta es una estrategia que impactará de manera positiva muchos frentes de la ciudad: por un lado, mejorará la realidad de miles de familias y, de manera transversal, optimizará las condiciones urbanísticas de Barranquilla”.ía