Por un lado, se capacitaron 920 policías de vigilancia en busca de mejorar la calidad del servicio brindado a la ciudadanía y también enfocado a hacer del ejercicio policial una labor más cercana con la comunidad.
Entretanto, 702 vecinos de diferentes barrios de la ciudad recibieron formación como gestores de convivencia para mejorar el relacionamiento entre los ciudadanos, dar un adecuado manejo a los conflictos y generar espacios de mediación y recociliación.
Durante la ceremonia de graduación, el alcalde Jaime Pumarejo resaltó este programa porque genera entornos seguros y permite hacer llave con la comunidad.
“Estamos trabajando en los frentes de seguridad, trabajando para llevar tecnología, pero el vínculo más importante es el de la comunidad con la Policía. La capacidad de la comunidad de entender cuáles son aquellos actos o falta de infraestructura o elementos en el barrio que causan inseguridad o que hacen que nuestros jóvenes tiendan a ir hacia el camino de la delincuencia”, dijo Pumarejo.
En su intervención, el mandatario distrital enfatizó que los participantes han aprendido cómo solucionar los conflictos: "Con estos proyectos les devolvemos poco a poco la humanidad, la capacidad de resolver conflictos, de hablar, de entender cuáles son las cosas que generan seguridad y cuáles son aquellas que generan inseguridad para que podamos alzar la mano de alerta a tiempo”.
Agregó que la seguridad se hace entre todos y que la Administración distrital continuará brindando las herramientas a la Policía, a la Fiscalía, a jueces y magistrados y a la comunidad para que se empoderen, sepan dialogar, sepan resolver conflictos y sepan exigir la seguridad que se merece.
“Hoy no solo graduamos a 702 gestores y a más de 920 policías, sino que estamos entregándoles una apuesta a 702 personas para que se conviertan en líderes de seguridad, convivencia y civismo en Barranquilla y a 920 policías para que acompañen a estas personas a construir una mejor ciudad”, concluyó el alcalde.
El jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, Nelson Patrón Pérez, explicó que se crearon estrategias para que tanto la Policía como el ciudadano cuente con mejores herramientas que les permitan fortalecer el tejido social, la seguridad y la convivencia en diferentes barrios.
“Fueron meses de trabajo donde la Policía puso todo su empeño a las clases. Están motivados y quieren seguir estudiando. A la comunidad darle las gracias por siempre estar ahí para querer unir mejores barrios, unos mejores entornos. Deben ser replicadores de los conocimientos que adquirieron. Es importante porque muchas veces faltan personas como ustedes para acabar conflictos que pueden ser pequeños en los barrios”, dijo.
Los espacios de capacitación tuvieron una duración cercana a los tres meses y estuvieron orientadas por la Universidad de la Costa y su equipo de docentes, quienes por medio de una ceremonia certificaron a los participantes del espacio académico.
El funcionario también explicó: "A través de la Universidad de la Costa, invertimos en la formación del talento humano encargado de la vigilancia en la ciudad, con temas relacionados con derecho policial, protocolos para el manejo de crisis, derechos humanos, enfoque de género, ética aplicada al servicio policial, entre otros”.
Jhorman Rentería Asprilla, habitante del barrio Bella Arena, fue uno de los jóvenes participantes, quien agradeció por los conocimientos adquiridos que le permitirán trabajar por su comunidad: “Es importante adquirir estos conocimientos y trabajar en equipo porque es una forma de ayudarnos entre nosotros, también es importante trabajar de la mano con la Policía, que son los que nos salvaguardan en estos tiempos”.
Por su parte, el subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, coronel Jhon Sepúlveda, expresó que la academia, en su nueva forma de relacionamiento y de intercambio de conocimiento “nos brinda este espacio con la Alcaldía, oportuno y necesario, para seguir fortaleciendo a una Policía más profesional y cercana al ciudadano”.
El proyecto de formación que inició desde el pasado mes de agosto, también es una respuesta a los compromisos estipulados en la Política Marco de Convivencia y Seguridad Ciudadana.