Durante la vista oral, el equipo de defensa de Assange formuló un alegato basado en las malas condiciones de la prisión de Belmarsh, donde permanece el periodista. La situación en ese establecimiento es muy compleja debido a la Covid-19, dijeron los letrados.
Para apoyar esa afirmación, informaron a la magistrada que, actualmente, existen allí 20 reclusos positivos al SARS-Cov-II, así como más de 80 sospechosos y otros tantos aislados. Considerando el delicado estado de salud de Assange, esto lo pone en un riesgo muy alto de ser seriamente afectado por la enfermedad, expresaron sus abogados.
Asimismo, aseguraron la disposición de su representado para someterse a un confinamiento estricto, usando medios técnicos restrictivos, como una tobillera o brazalete electrónico, a fin de ser controlado permanentemente por las autoridades. Todo ello, con el fin de reunirse con su familia, lo cual podría aliviar en gran medida su situación psicológica.
La defensa también descartó que la oferta de asilo político de México pudiera implicar que Assange huyera a ese país. "La oferta de México fue claramente para cuando finalece el proceso legal, y no para entrar en su embajada", afirmaron.
Sin embargo, la jueza desestimó completamente los argumentos de los representantes legales de Assange, con el argumento de que el Gobierno de Estados Unidos debía tener la oportunidad de impugnar su decisión previa, relacionada con la negativa a extraditar al periodista y adoptada este lunes.
También la magistrada fundamentó su negativa en que Assange tiene "enormes redes de apoyo en caso de que vuelva a elegir esvabuyirse", a la vez que rescató, como ejemplo la narrativa estadounidense de que WikiLeaks ayudó a Edward Snowden a "volar a Rusia".
Para el periodista Kevin Gosztola, quien cubrió en vivo la sesión para el medio Shadow Proof, "lo de Snowden es un ejemplo de que la jueza adoptó plenamente la narración de los eventos del Gobierno de los EE.UU. Fue el Departamento de Estado el que revocó el pasaporte de Snowden y lo dejó atrapado en Rusia. No estaba viajando allí".
"Esto es absolutamente indignante, que la jueza deniegue la libertad bajo fianza para Assange y afirme que Belmarsh está haciendo un buen trabajo de manejo de la Covid-19, incluso mientras Londres esta en el cierre. La jueza demuestra una vez mas lo cautiva que está de los intereses gubernamentales del Reino Unido, que tienden a mostrar servilismo al Gobierno de EE.UU", agregó Gosztola.