Acompañado por familiares, compañeros del Partido de los Trabajadores (PT) y dirigentes, el exmandatario acudió a la tarima en las cercanías de la Policía Federal de Curitiba, estado de Paraná (sur), para dirigirse a la población que lo esperaba. "Ustedes no saben la dimensión del significado de estar aquí junto a ustedes.
Yo, que durante la vida entera estuve conversando con el pueblo brasileño, no pensé que estaría con hombres y mujeres que, durante 580 días, estuvieron aquí (...) sin importar la lluvia, el calor y el frío", expresó. Lula aseguró que todos los que le gritaban los buenos días, buenas tardes y buenas noches durante 19 meses, "eran el alimento de la democracia que yo necesitaba para resistir el lado podrido, lo que hicieron ellos conmigo y con la justicia brasileña".
Después de saludar a quienes lo acompañaban, entre ellos a la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, y al excandidato presidencial Fernando Haddad, a sus abogados, entre otros; el exjefe de Estado aseguró que "ellos no encarcelaron a un hombre, encarcelaron una idea y una idea no muere". "No tengo cómo pagarles y les seré eternamente agradecido y fiel a la lucha que ustedes han establecido (...) Muchas gracias por obtener el Lula Libre que durante 580 días ustedes gritaron", exclamó.
A las 10H00 (hora local), los abogados se reunieron con el exmandatario para discutir sobre el recurso que lo dejaría en libertad mientras se confirma o descarta su condena por supuesta corrupción. El juez federal Danilo Pereira Junior fue quien determinó la liberación con base en la medida del máximo ente judicial.
¿Qué pasará con su proceso?
Según indicaron las autoridades, esta liberación no anula la condena ni le devuelve sus derechos políticos, ya que el líder brasileño deberá continuar el proceso en su contra fuera de la prisión. La defensa del exmandatario deberá, a partir de ahora, agotar todas las instancias disponibles para demostrar su inocencia de los cargos que se le acusan, y en los que sus abogados han denunciado que se hicieron bajo irregularidades.
Lula permanecía en prisión desde el 7 de abril de 2018, tras un juicio que ha sido considerado una persecución judicial en su contra para impedir su postulación como candidato presidencial. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) recibió una condena de ocho años y 10 meses por su supuesta corrupción y lavado de dinero en la operación lava Jato. La defensa ha retirado que la detención del exmandatario es incompatible con la ley y con la Constitución de Brasil.
Telesur