Durante la primera fase del programa se apoyó con maquinaria y formación a 100 retornados, la capacitación de estas 40 personas hace parte de la segunda fase que contempla beneficiar a otras 60, con lo que se espera impactar a un total de 200 beneficiarios antes de finalizar el año.
El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, en días pasados se refirió a esta iniciativa, al exponer ante congresistas y funcionarios del Gobierno nacional en la Asamblea Departamental detalles de la atención que brinda su administración a población venezolana y retornada.
“Es una opción de crear y fortalecer sus negocios, con formación y maquinaria les estamos dando el empujón que necesitan para dar el primer paso como microempresarios, que cubran sus necesidades y generen más empleos”, anotó Verano. El mandatario aprovechó para recordar que el Atlántico es el tercer departamento, en el país, que más recibe población proveniente del vecino país de manera diaria, y que la efectividad en ese trabajo ha sido exaltada por los Ministerios y la Presidencia de la República.
En este curso, 37 integrantes son mujeres y tres son hombres, residentes de los municipios de Baranoa, Repelón, Sabanalarga, Suan, Campo de la Cruz, Manatí, Santa Lucía, Candelaria y Luruaco, quienes recibieron entrenamiento intensivo en patronaje, corte y confección de vestidos de baño y ropa de verano con altos estándares de calidad, como antesala a la entrega de la máquina de coser.
El secretario del Interior, Jorge Ávila Pareja, explicó que el propósito es crear fuentes de generación de ingresos que dignifiquen la vida de estas personas en el departamento. “Buscamos que para ellos reiniciar una nueva vida, en un nuevo país, no se les torne en una pesadilla, que sepan que no están solos, que el gobierno departamental los apoya y la institucionalidad se preocupa por ellos. Influye en la economía, en los estados de ánimo, y todo al final se Traduce en convivencia pacífica y buenos índices de seguridad”, apuntó el secretario Ávila.
La beneficiaria del programa, Mabel Echeverri, dijo sentirse agradecida y bendecida, al ser apoyada como colombiana por la Gobernación y pide a Dios que guie a los funcionarios que lideran este tipo de iniciativas. “Aparte de que nos dan las bases teóricas también nos dan la máquina de coser. Acá uno viene a empezar de cero, sin nada, y esto es un medio para empezar a trabajar y producir”, afirmó la beneficiaria.
Otra colombiana retornada de Venezuela que se beneficia con este programa es Mildred Perozo, quien expresó que para ella, lo mejor de esta experiencia ha sido desarrollar su conocimiento para buscar recursos que permitan mejorar su núcleo familiar “Mi familia y yo estamos felices porque ya podemos iniciar una empresa y realizar el proyecto como debe ser. Me faltaba aprender sobre confección de vestidos de baño y ya lo hice, además de que este oficio nos gusta, queremos tener el mayor conocimiento para producir con calidad y recibir mayor remuneración por nuestro trabajo”, agregó la señora Perozo.