La Secretaría del Interior de la Gobernación del Atlántico y la Policía Nacional, a través del grupo de Prevención y Educación Ciudadana, realizó el cierre del Programa Escolarizado de Prevención Cívica Infantil y Juvenil, en el que 500 niños y adolescentes de los municipios de Atlántico fueron capacitados y certificados en técnicas para la prevención del reclutamiento forzado, abusos sexuales, drogadicción y demás escenarios de riesgo para los jóvenes.
El encuentro se realizó en el Polideportivo del municipio de Sabanalarga, donde los jóvenes fueron certificados en actividades que buscaban abrir espacios que les permitieran adquirir principios éticos y cívicos, para que con su ejemplo sean voceros de un correcto convivir en comunidad.
“Estos programas son muy importante para la Gobernación del Atlántico porque así les brindamos espacios de aprendizaje y recreación para mantenerlos alejados de situaciones de riesgo. Buscamos seguir trabajando en programas tengan mayor repercusión y beneficien a muchos más jóvenes” expresó la profesional universitaria de la Secretaría del Interior de la Gobernación del Atlántico, Elaine Milena Zabaleta.
El programa surgió como una estrategia de educación y prevención en los jóvenes para afrontar cualquier tipo de problemática que se presente en su entorno que pueda vulnerar su sano desarrollo, para ello han apoyado con uniformes, material logístico y actividades de aprendizaje en la promoción y construcción de la seguridad y consciencia ciudadana.
“El día de hoy la Policía Nacional, a través del grupo de Prevención y Educación Ciudadana, hizo la graduación de un grupo de 500 niños de cada municipio, para darle una formación en la que se les inculca valores y principios, se les enseña sobre los abusos sexuales y reclutamiento forzado, consumo de sustancias y demás delitos que se dan en contra de nuestros niños”, señaló la subteniente y jefa del Programa de Educación y Prevención Ciudadana del Atlántico, Any Rodríguez.
Otro de los objetivos principales del programa es que los jóvenes de la Cívica Infantil y Juvenil estén alejados de situaciones de vulnerabilidad como las cadenas delictivas, la drogadicción, los embarazos a temprana edad y la violencia sexual, todo ello con base a la formación en valores culturales, sociales y comunitarios que han adquirido gracias a las actividades pedagógicas del programa.
“Nosotros somos felices gracias a nuestros patrulleros que nos ha enseñado muchísimo, he aprendido actividades de resistencia, trabajo en equipo y las nuevas leyes de la policía. Mi mensaje para los jóvenes es que entren al programa para que aprendan lo mismo que yo, aquí los van a ayudar a tener más disciplina y poder trabajar para ser niños más capaces”, dijo la beneficiaria de la Cívica infantil, Lizeth Fontalvo.