La gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, puso al servicio de los productores y la comunidad el nuevo sistema eléctrico y cuatro tableros que se instalaron en el distrito de riego de Repelón, los cuales permitirán que a partir de ahora los cultivos cuenten con agua 24/7 en sus canales.
“Uno de los retos que afrontamos para poner el campo a toda marcha fue modernizar el sistema eléctrico de los distritos de riego. Recordemos que los tableros que funcionaban aquí fueron instalados hace más de 50 años, por lo que no tenían la capacidad que hoy requieren los cultivos en Repelón. Por esto, modernizamos todo el sistema con cuatro nuevos tableros eléctricos, que van a permitir utilizar siete bombas de forma simultánea: cuatro son para la dársena superior y tres son para la inferior”, explicó la mandataria, quien agregó que, con esta inversión, la administración departamental deja un sistema moderno que servirá para las próximas cinco décadas.
Noguera destacó que, gracias a estas obras, “nuestros campesinos podrán dormir tranquilos porque saben que el agua va a llegar a los canales de distribución 24 horas, siete días a la semana. Están felices porque es una realidad la rehabilitación del distrito de riego con la modernización del sistema eléctrico”. El secretario de Desarrollo Económico del departamento, Luis Humberto Martínez, indicó que los cambios en los tableros y acometidas eléctricas mejoran y optimizan las instalaciones eléctricas existentes, lo que aporta una serie de ventajas significativas como: aumento de la capacidad de carga, mayor seguridad, eficiencia energética, cumplimiento normativo vigente, fácil mantenimiento y mejoramiento de la confiabilidad.
“Con esta intervención, de ahora en adelante el distrito de riego de Repelón cuenta con la infraestructura eléctrica para poder operar con todas sus bombas en simultánea, esto con el fin de garantizar mejor suministro del recurso hídrico”, añadió el funcionario. Esta iniciativa forma parte de la estrategia 'El Campo a Toda Marcha', con la que la Gobernación impulsó una verdadera revolución agroindustrial durante el cuatrienio en el sur del Atlántico, esto gracias a tres grandes apuestas: agua 24/7 con fines agrícolas, financiación, asistencia técnica y compra asegurada.