Hay que hacer muchas readaptaciones. Si bien ciertos sectores como el de las prepagos más calientes de Barranquilla se sabía que sufriría más directamente, ningún sector se ha podido librar. Los confinamientos, los estados de alarma, el distanciamiento social y el uso de productos como el gel hidroalcohólico y las mascarillas son ejemplos de cosas que se han hecho o se están haciendo en todo el mundo para contener la progresión de la enfermedad. Lo que nadie esperaba es que durara tanto.
En los últimos meses, las mascarillas se han convertido en un elemento indispensable de nuestra vida cotidiana ya que son una de las principales herramientas utilizadas en la prevención y contagio de la Covid19. Las personas con Covid, y también las que no presentan síntomas, liberan miles de gotas cargadas de virus incluso al respirar, toser, hablar o cantar, por lo que nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de trasladar las actividades al aire libre siempre que sea posible. Así como de mejorar el aire interior mediante la ventilación y la filtración, y de usar las mascarillas en todo momento.
Aunque al principio de la pandemia no eran obligatorias, con el paso de las semanas y el aumento de los brotes, no sólo se han hecho imprescindibles para entrar en los establecimientos, sino que se han convertido en obligatorias en la calle, en la playa, en el parque o en cualquier espacio donde haya otras personas sin distancia. Además de convertirse en un signo de respeto, por la propia salud y la de los demás.
Actualmente hay miles de mascarillas, y pensando en ello, Skokka decidió explorar más el tema que está en la cabeza de todos, para que conozcas las mejores opciones del mercado y cómo utilizarlas en la lucha contra el coronavirus.
Fuerte demanda
El alcohol en gel se encarece un 160% y "desaparece" de las tiendas, el precio de las mascarillas quirúrgicas sube aproximadamente un 569% desde el inicio del brote, en general, el precio de los productos, eficaces en la higiene de las manos y la protección contra el virus se ha disparado.
Ante toda esta enorme demanda, el mercado comenzó a trabajar para satisfacer las necesidades e incluso sacar provecho de ella. Aquí es donde empiezan a aparecer las mascarillas con dibujos, brillos, estampados, encajes e incluso de marcas caras y famosas, como los cubrebocas Louis Vuitton, que costaban nada menos que unos 80 dólares al principio de la pandemia.
Utilización adecuada
Antes de decidir el color y el material, lo más importante es saber cómo utilizarlas.
En primer lugar, antes de ponerse la mascarilla, hay que lavarse las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.
Cuando te pongas la mascarilla, asegúrate de que te cubre completamente la boca y la nariz, procurando que no queden huecos entre tu cara y la mascarilla.
Evite tocarla mientras la lleva puesta; si lo hace, vuelva a lavarse las manos con un masaje a base de alcohol o agua y jabón.
Si nota que el cubrebocas está húmedo o mojado, deséchalo. Cuando se quite, hágalo por la parte de atrás. Nunca toques la parte delantera. Además de desechar inmediatamente en un recipiente cerrado; y volver a higienizar las manos.
En el caso de las opciones reutilizables, lavar por separado, con agua y jabón neutro, secando bien y planchando al final.
Mascarillas elegantes y de moda
No faltan posibilidades entre diferentes tejidos, estilos y acabados. Tonos pastel, neutros o coloridos. Impresas o hechas a mano. Las opciones son infinitas para los gustos más diversos.
Para los que buscan algo aún más exclusivo, las opciones con purpurina o personalizadas pueden ser perfectas. Así es fácil mostrar un estilo aún más personal y protegerse.
Los desechables también son una buena opción para los que quieren ahorrar dinero pero estar protegidos. Los packs cuestan desde 3 euros, y tienen varios colores como el azul, el rosa y el negro.
Es importante saber que, aunque el plan de vacunación ya está avanzando en muchos lugares del mundo, el virus todavía está en fase de verificación. La información emitida por los organismos oficiales puede cambiar de un momento a otro. Por lo tanto, se recomienda estar alerta y seguir las normas sanitarias para evitar el contagio y la propagación.
En medio de todo este momento que vive el mundo, llevar este accesorio de forma relajada puede ayudar a aligerar la situación y permanecer firmes en el propósito de mantenerse protegidos. Sin saber cuándo dejaremos de usarlas, las mascarillas son ya un básico del armario, así que ¿por qué no llevarlas con estilo? poniendo en ellas un poco de personalidad y resaltando quizás la belleza de otro accesorio que hasta entonces, pasaba desapercibido.
Fmd: Luna Díaz