De esta manera, Colombia avanza en la reducción del déficit habitacional rural mediante el desarrollo de proyectos de vivienda de interés social.
La ministra de Vivienda, Helga María Rivas Ardila, aseguró que este proyecto se enmarca en la política integral 'Nuestro hábitat biodiverso', toda vez que está planeado alrededor del agua, y tiene en cuenta los usos y las costumbres de la comunidad indígena embera, asentada en este resguardo. Además, es producto de cumplir con una sentencia judicial de restitución de derechos territoriales.
“En el Gobierno del Cambio estamos restableciendo el goce efectivo de los derechos de la comunidad indígena de este asentamiento embera, por medio de viviendas dignas, construidas luego de un proceso de socialización con cada una de las personas que está recibiendo sus casas", agregó.
En Chocó, el Ministerio tiene un paquete de inversiones en vivienda de interés social rural, que contempla 586 cupos para la financiación de vivienda nueva rural, a través del subsidio familiar de vivienda, con una inversión de $47.938 millones, dirigidos a grupos étnicos, firmantes del Acuerdo de Paz, víctimas del conflicto armado y población campesina.
Casas dignas y adaptadas al entorno
Las viviendas entregadas están hechas con materiales que se integran al paisaje y al contexto étnico y cultural del territorio. Su dimensión es de 58 m2 y cuentan con tres habitaciones, un salón múltiple, cocina, cuarto para herramientas, alberca y baño.
Las construcciones están hechas sobre pilotes de madera que sostienen una plataforma, que se convierte a su vez en el piso de la edificación.
Las viviendas son de 58 m2, con una cubierta a dos aguas, es decir, con dos caídas inclinadas. Son entregadas con enchapes en los baños y cocina y están dotadas con ducha, sanitario, lavamanos, lavaplatos, lavadero, puertas, ventanas y estufas.
Incluyen, además, un tanque de 1.000 litros semielevado, acceso al agua apta para consumo humano, solución de manejo de excretas o aguas residuales domésticas, instalaciones eléctricas e hidrosanitarias internas; y sistema de recolección de aguas lluvias.
Joel Arturo Brincha, representante legal del resguardo indígena Tanela y gobernador de la comunidad de Citará, confirmó que ellos ya están habitando las viviendas. “Hoy nos sentimos muy orgullosos, en el sentido de que estamos viviendo abajo de un techo dignamente, y que nosotros, como víctimas, nos sentimos reparados. Esto no es sueño, es pura realidad. No estamos arrendando ni nada", afirmó.