“Agradezco a los barranquilleros por el buen comportamiento que, salvo algunas excepciones, han mantenido durante la pandemia y nos han permitido recuperar 131.000 de los 180.000 empleos perdidos. Pero no hay que bajar la guardia”, expresó el mandatario.
Con respecto a los indicadores de salud más recientes, el alcalde explicó que las cifras son “previsibles y corresponden a los sectores donde sabíamos que íbamos a tener y están dentro de las proyecciones del equipo de gobierno y nuestros asesores en epidemiología”. La clave, insistió, seguirá siendo: monitorear contagios, ocupación y uso hospitalario de UCI, y letalidad asociada a COVID-19.
Panorama de salud
Los registros de los últimos días son el resultado de la búsqueda activa que a diario realiza el Distrito, ya que es la manera de tener la información necesaria que demanda una adecuada toma de decisiones, bajo la premisa epidemiológica de bloquear la mayor cantidad de contactos por cada positivo registrado.
En ese sentido, durante la rueda de prensa se destacó que Barranquilla sigue siendo la ciudad del país con el mayor número de pruebas PCR por 100.000 habitantes: cerca de 26.000 pruebas por cada 100.000 habitantes; sin esta estrategia de búsqueda activa, solo se conocería el 24% de lo que hoy se informa.
Aun así, Barranquilla hoy registra una baja tasa de contagio del 8% cuando en junio alcanzó a llegar hasta el 45%. Entretanto, el promedio actual de las principales ciudades del país se ubica en 21%.
El viceministro de Salud, Luis Alexander Moscoso, resaltó que Barranquilla continúa mostrando un buen comportamiento con respecto a los indicadores frente al resto del país. “Considero que la ciudad cuenta con todas las características, incluyendo el aumento de la capacidad instalada, para hacerle frente al virus”, dijo. “Pero si no se toman las medidas, los contagios son una posibilidad y seguimos teniendo población susceptible”, agregó.
Moscoso afirmó que la mayoría de los aumentos de casos se dieron por eventos asociados a reuniones sociales en espacios cerrados y al no cumplimiento de factores de protección, mas esto no fue propio del proceso de reactivación económica. “No se trata de limitar la actividad productiva, sino que se haga de manera segura”, dijo, e instó a no realizar reuniones de tipo empresarial grandes con trabajadores. “Vamos a seguirnos cuidando, y esto no significa que tengamos que disminuir la actividad laboral, porque la salud y la vida se acompaña con acciones que estamos implementando para mejorar la tasa de desempleo y disminuir indicadores de pobreza, entre otros”.
A su turno, la directora del Instituto Nacional de Salud, Martha Ospina, se refirió al significado de haber alcanzado una prevalencia del 60% en Barranquilla, es decir, que cerca de 700.000 personas ya estuvieron contagiadas por el virus: “Se trata del porcentaje de población que tiene algún grado de inmunidad, lo que estabiliza de manera natural el grado de la enfermedad”.
Ospina reveló que durante el momento más álgido de la crisis, “con la calidad de servicios e infraestructura en salud, Barranquilla logró mitigar el efecto de la tasa de mortalidad, a pesar de tener una alta proporción de habitantes que ha sido expuesta al virus”, y agregó que “estamos en el camino, vamos ‘ganando el año’. Es muy importante que comprendamos que la probabilidad de contagio está dada por el tiempo exposición y no de los encuentros en la calle”, es decir, que se deben evitar los ambientes cerrados y reuniones donde no se garanticen las medidas de bioseguridad.
Medidas vigentes y otras recomendaciones
El alcalde Pumarejo expresó que diciembre, tradicionalmente, es un mes de celebraciones y reencuentros, y que a la fecha los indicadores “no son preocupantes como para tomar medidas restrictivas. Sin embargo, estamos monitoreando celosamente el comportamiento de los ciudadanos, los controles de los establecimientos comerciales y la tasa de contagio”, y enfatizó que “si el panorama de hoy cambia, tengan la seguridad de que evaluaremos medidas”.
En ese sentido, el mandatario recordó que las reuniones y el consumo de licor en lugares públicos siguen prohibidos y que desde el Distrito, de la mano de la Policía Metropolitana, se reforzará el control estricto a fiestas, aforos y medidas de bioseguridad.
De igual manera, insistió que la fórmula lavado de manos + distanciamiento social + uso de la mascarilla sobre nariz y boca es la mejor vacuna y muestra de solidaridad con los barranquilleros, e invitó a seguir las siguientes recomendaciones durante esta época:
• En caso de realizar reuniones, estas no deben ser de más de 10 personas del grupo familiar o que vivan en la misma casa. En los encuentros sociales se están dando los mayores contagios.
• Responsablemente, preguntar a sus invitados si tienen algún síntoma o si antes estuvieron en contacto con alguien que los tenía.
• En lo posible, que esas reuniones se hagan en espacios ventilados o al aire libre, bien en el patio, en la terraza, en el balcón.
• Manténganse al margen de aglomeraciones. Si las ven, apártense y denúncienlas a las autoridades.
• Si van a celebrar con los amigos, es mejor hacerlo en espacios virtuales.
Finalmente, el alcalde extendió una invitación a todos los barranquilleros: “Cuiden a los niños, a los adultos mayores y a sus familiares con alguna comorbilidad. Pregúntense si vale la pena exponerlos. Recuerden: el exceso de confianza es perjudicial para la salud. Si nos seguimos cuidando entre todos, tendremos un año tranquilo”.