“Los municipios, distritos o áreas metropolitanas cuya población urbana fuere igual o superior a un millón de habitantes (1.000.000) ejercerán dentro del perímetro urbano las mismas funciones atribuidas a las Corporaciones Autónomas Regionales, en lo que fuere aplicable al medio ambiente urbano”, reza la Ley 99 de 1993 en su artículo 66.
No obstante, en el marco de la reunión que se hizo de manera virtual, la junta metropolitana invitó al trabajo articulado con los actuales actores ambientales del territorio, como Barranquilla Verde, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, CRA, con quienes se armonizará el ejercicio de distribución de competencias.
El alcalde Jaime Pumarejo Heins dijo que “lo que buscamos es que nuestra área metropolitana se vuelva un territorio donde sea agradable vivir, donde sea cada vez más eficiente movernos y atraer más inversión para que todos tengamos más prosperidad”.
Puntualizó que “por eso hoy el Área Metropolitana está estudiando la adopción del Plan Metropolitano de Ordenamiento que busca y contempla agregar ecoparques en cada municipio, mejorar la calidad y sostenibilidad del medio ambiente para que sea un motor de desarrollo y al mismo tiempo estará asumiendo la autoridad ambiental de los 5 municipios. Eso significa que toda la autoridad ambiental pasa a ser regida por el Área Metropolitana. Estamos equiparándonos con las grandes áreas metropolitanas de las grandes ciudades de Colombia, donde se ha demostrado que una visión unificada del territorio conduce a una mejor calidad de vida, equidad y prosperidad en el territorio”.
Por su parte, el director del AMB, Libardo García Guerrero, explicó que “vamos a ser la autoridad ambiental dentro del territorio, esto nos permite la articulación del hecho metropolitano ambiental y nos situa en el plano de poder desarrollar proyectos estratégicos como el corredor ambiental metropolitano, que incluye la intervención integral de la red de arroyos metropolitanos, incluidos el León, Don Juan, Platanal, Salao, caño Melchor de Soledad, ciénaga de Mallorquín, San Blas de Malambo y Mundo Feliz de Galapa, entre otros. Pasamos a ser la tercera área metropolitana del país en ejercer como autoridad ambiental, después de la del Valle de Aburrá y la de Bucaramanga”.
En consonancia con esta decisión, fueron expuestos hoy y quedaron para aprobación en la próxima junta del AMB, el Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial (PEMOT) y el Plan Integral de Desarrollo Metropolitano (PIDM), dos herramientas de planificación estructuradas a 12 años (2020-2032), que plasman la visión de un territorio sostenible, ordenado, conectado multicultural, incluyente, productivo, educado, asequible y adaptable.
“Estos planes son instrumentos que la ley nos otorga, una hoja de ruta en planeación que propenden por una biodiverciudad metropolitana, para llegar a un territorio sostenible que crezca armónicamente con las necesidades de cumplimiento con los objetivos de desarrollo del milenio”, manifestó el director del AMB.
Los planes contemplan la expansión urbanística de Barranquilla y su área metropolitana en una extensión de 16.000 hectáreas, localizadas entre la Avenida Circunvalar y la Circunvalar de la Prosperidad, que serán objeto de un nuevo modelo de desarrollo, según la visión del PEMOT y el PIDM.
En el diseño y estructuración de estas iniciativas el AMB contó con la participación de empresas de planeación del más alto nivel como BIG (International Bjarke Ingels Group), una firma belga que ha ganado premios internacionales en planeación y arquitectura urbana, que plasmó su sello en estos planes de desarrollo y ordenamiento. Así mismo, hicieron parte de este ejercicio de planeación la Universidad de Nueva York, con expertos internacionales como Pedro Ortiz, Puerta de Oro Empresa de Desarrollo Caribe, Edubar y Geografía Urbana.