Ante el nuevo incendio que se presenta desde el viernes pasado, la Alcaldía de Barranquilla alertó a los bomberos de Sitionuevo y a la brigada del Parque Salamanca, y envió personal de la Oficina Distrital de Gestión del Riesgo, que inicialmente participó en operaciones de verificación, apoyando con drones en las coordenadas del incendio para valorar el área comprometida e implementar la ruta de extinción y control, teniendo en cuenta que los vientos han extendido la conflagración.
Los equipos de la Oficina de Gestión del Riesgo, de la Alcaldía de Barranquilla, desplazados al lugar reportaron que inicialmente, con Parques Nacionales y bomberos de Sitionuevo, se hizo una evaluación diagnóstica y se conformó un Puesto de Mando Unificado – PMU. Se hizo un sobrevuelo con los equipos tecnológicos e ingenieros de la Alcaldía de Barranquilla para identificar la magnitud del incendio. Inmediatamente, a través del Sistema Nacional de Bomberos se solicitó a la dirección nacional y sala de crisis para que autorizara apoyo con helicópteros de la Fuerza Aérea y con el Bambi o canasta plegable para hacer descargas de agua y movilización del personal al sitio, teniendo en cuenta que los lugares donde se presenta el incendio son pantanosos, de difícil acceso, y el apoyo aéreo permite movilizar a los bomberos forestales y hacer extracción una vez terminadas las operaciones.
El alcalde Pumarejo, quien atribuyó el nuevo incendio a “quemas para invasiones y carbón”, planteó de manera categórica que “es momento de cambiar la estrategia para dar respuesta a este problema. Debemos tomar decisiones de fondo. El Distrito de Barranquilla ya formuló una estrategia que contempla compra de equipos y un plan de trabajo con comunidades. Se presentará esta semana al Ministerio de Ambiente”.
Estrategia integral
La estrategia, que será presentada esta semana al Ministerio de Ambiente, se fundamenta en que desde hace una década son recurrentes los efectos negativos por las quemas en el Parque Isla Salamanca, que ponen en riesgo la vida y la salud de los habitantes de la zona y de la ciudad de Barranquilla.
Se estima que desde el 2013 hasta la fecha se han reportado por lo menos 80 quemas en este parque natural, lo que genera un impacto negativo en la flora y fauna de la reserva, compuesta por playones y ciénagas, lo mismo que en el aire que respiran los barranquilleros.
El impacto en la calidad del aire provoca niveles de alerta roja, generando afectaciones respiratorias, alérgicas, cardíacas, con incidencia directa a COVID-19.
Desde el punto de vista ambiental, el Parque Isla Salamanca es el pulmón de Barranquilla como biodiverciudad y los incendios arrasan con la vida silvestre, con graves implicaciones en el ecosistema.
La estrategia busca la cooperación para llevar a cero la ocurrencia de incendios, en un esfuerzo conjunto de la Alcaldía de Barranquilla con el Ministerio de Ambiente, Parques Nacionales, Gobernación del Magdalena y otras entidades.
Los principales componentes de la estrategia son:
• Monitoreo constante y alertas tempranas.
• Campaña social para cambios de comportamiento.
• Alerta y respuesta inmediata por incendios.
• Acciones judiciales.
El desarrollo de la estrategia comprende elementos como la adquisición de equipos tecnológicos, entre ellos drones que detectan calor y conflagraciones, seguimiento a manos criminales, dotar a los bomberos de Barranquilla de lanchas especializadas para combatir el fuego y la compra de una avioneta para apagar rápidamente los incendios.
Aspecto importante en esta estrategia es el trabajo con las comunidades que usan la quema para preparar sus tierras, para la caza o para hacer carbón, de manera que se integren al proyecto de evitar estos incendios recurrentes.