Desde el pasado 23 de marzo, 100 ex habitantes de calle acogieron el llamado del Gobierno Nacional y la Alcaldía de Barranquilla y aceptaron cumplir con el aislamiento físico en el Hogar de Paso del Distrito, ubicado en la carrera 38 con calle 35, en donde permanecen bajo estrictas medidas sanitarias, cumpliendo con los protocolos de higiene permanente. Allí avanzan en un proceso de recuperación e inclusión social. Reciben orientación psicológica y atención integral por parte de la Alcaldía Distrital. Actividades lúdicas y acompañamiento los hacen sentirse valorados y protegidos, especialmente en estos tiempos difíciles por la pandemia.
“Estas personas, que eran habitantes de calle, que estaban acostumbrados a vivir en la calle y que tenían libertad de salir del hogar cuando quisieran, es decir, no era obligatoria su estancia en el Hogar de Paso, decidieron quedarse confinados y poner su granito de arena para que el coronavirus no se esparza en Barranquilla. Ellos también lo hicieron pensando en los demás, para evitar contagios”, afirmó al alcalde Jaime Pumarejo.
En otro punto de la ciudad, en el Centro de Atención Día, ubicado en la carrera 38 con calle 17, se atienden 180 habitantes de calle en situación de riesgo y población migrante con asistencia alimentaria, aseo personal y otras acciones de apoyo.
“Somos un equipo de 22 personas, entre ayudantes de cocina, manipuladoras de alimentos, trabajadoras sociales, psicólogas, formadores y educadores de calle que estamos trabajando de domingo a domingo por cada una de estas personas. Hemos llevado toda nuestra oferta institucional a ellos, dándoles la prioridad que merecen y que hemos venido brindándoles desde hace años”, afirmó la líder del programa de Habitantes de Calle, Luisa Mora.
A esta importante causa se ha integrado, desde el pasado 25 de marzo, la fundación FunSocial, a través de Dulcerna, con la entrega diaria de almuerzos a esta población.
De igual manera, la Secretaría de Gestión Social está brindando atención a las personas ubicadas en la plaza de San Nicolás.
“Ellos además de sentirse protegidos, están viendo que sí es posible cambiar sus vidas, ponerle punto final a esa historia de malas experiencias que tenían en la calle. Le abrieron las puertas de su vida a la Alcaldía de Barranquilla, que les extendió la mano y les dio una segunda oportunidad para salir adelante. No hemos parado de atenderlos, no hemos parado de servirles y aquí tienen las condiciones de vida que necesitan para pasar todo el tiempo de aislamiento preventivo, aquí viven, aquí pasan todo el tiempo y aquí les damos la atención integral que ellos merecen y están motivados a recuperarse”, manifestó el secretario distrital de Gestión Social, Santiago Vásquez.