Está comprobado que el lavado frecuente de manos disminuye hasta en un 80%, el riesgo de adquirir una enfermedad transmisible, protegiendo en gran medida la posibilidad de adquirir virus por medio del contagio. Las autoridades recuerdan su importancia y la necesidad de realizarse varias veces al día, especialmente después de toser o estornudar. Bajo esta consigna NUEVA EPS entrega una serie de recomendaciones para instruir a la comunidad en general, sobre la manera correcta en la que se debe realizar esta actividad:
· Un buen lavado de manos debe durar entre 40 y 60 segundos
· Lave con agua sus manos, aplique suficiente jabón que le permita cubrir las dos manos por los dos lados.
· El lavado de manos debe incluir las muñecas, coloque una mano sobre la otra, intercale los dedos y frote bien por los dos lados de la mano.
· Cuide también el aseo de sus uñas, limpie cada una de ellas.
· Mientras las manos estén enjabonadas, lave dedo por dedo, con movimientos circulares.
· Lave cuidadosamente la palma de cada una de sus manos. Use abundante agua para retirar el jabón.
· Utilice una toalla papel desechable. Seque dedo por dedo, utilizando los movimientos circulares que hizo para el lavado.
· Lávese las manos con frecuencia, use agua corriente y jabón, restriéguelas muy bien, enjuáguelas completamente y séquelas con una toalla limpia.
· Siempre lávese las manos con agua abundante y jabón después de toser y estornudar.
¿Cuándo lavarse las manos?
ü Al llegar al lugar de trabajo, al hogar o tener contacto con espacios externos (transporte público, sitios de concentración)
ü Antes de cocinar, comer o alimentar a los niños, ponerse o quitarse lentes de contacto.
ü Antes y después de curar una herida, tocarse los ojos, nariz o boca, ir al baño, atender a un niño enfermo.
Después de ir al baño o ayudar a limpiar un niño, cambiar un pañal, curar una herida, limpiar secreciones de vías respiratorias, jugar o tocar una mascota, tocar material sucio, tocar fluidos corporales.