Con este propósito, la Alcaldía Distrital, por medio de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público, llama la atención sobre las infracciones que más se cometen durante la temporada carnestoléndica y las consecuencias que ciertas conductas pueden acarrear a los infractores, invitando a atender las recomendaciones de las autoridades en todo momento.
Infringir cualquiera de estas normas conlleva una serie de multas que van desde 4 hasta 32 salarios mínimos diarios legales vigentes, según el artículo 180 del Código Nacional de Policía y Convivencia. Cobrar de más por el precio de las sillas en los desfiles tradicionales del Carnaval o alquilarlas sin los permisos requeridos es una de las conductas más sancionadas en esta temporada. En acuerdo con las asociaciones de silleros, no se puede cobrar más de 25.000 pesos por silla.
Alterar, remover o destruir el mobiliario urbano es otra de las infracciones que más se cometen, entre ellas dañar semáforos, señalización vial, hidrantes, estaciones de transporte, faroles o elementos de iluminación, bancas o cestas de basura. Este es un comportamiento que demuestra falta de sentido de pertenencia con la ciudad y le puede costar al responsable fuertes sanciones.
La ocupación indebida del espacio público es otra violación de las normas vigentes. En ella incurren quienes instalan puestos de comida, ventas informales o tiendas improvisadas de artículos sin la debida autorización para expender productos en el espacio público y pueden tener sanciones económicas importantes.
Finalmente, otra de las infracciones que más se cometen en esta temporada festiva es fijar propaganda, avisos, pancartas, pendones, vallas o banderolas en el espacio público sin el debido permiso o incumpliendo las condiciones establecidas en la normatividad vigente. La graduación de la multa depende del comportamiento realizado y la desobediencia, resistencia, desacato, o reiteración del comportamiento incrementa su valor.
Estas multas se consignan en la cuenta que para el efecto dispone la Administración Distrital y se destinan a proyectos pedagógicos y de prevención en materia de seguridad, así como al cumplimiento de aquellas medidas correctivas impuestas por las autoridades de policía cuando su materialización deba ser inmediata.
La Secretaría de Control Urbano y Espacio Público hace presencia en los diferentes desfiles del Carnaval para verificar el cumplimiento de las normas y en el caso del alquiler se sillas se piden los permisos de silleros y croquis de ubicación de las sillas. Oficialmente se han otorgado más de 1.000 permisos, equivalentes a 20.848 sillas distribuidas en 7 tramos, los cuales serán custodiados por personal de vigías y facilitadores con acompañamiento de la Policía.