“Lo que tiene que entender la administración es que la contraloría no es una dependencia más de la alcaldía y que este concejo no puede ser irrespetado en su institucionalidad ni podemos ser unos peleles para tomar la decisión que la administración quiera”, expresó Carbó durante el debate.
Carbó Lacouture afirmó que entiende que “una vez renuncia el contralor, es facultad del alcalde designar provisionalmente un reemplazo mientras el cabildo procede a proveer la vacante definitiva”. “No puede ser que nos vengan a decir cómo tenemos que cumplir nuestra función de concejales y es este concejo el que tiene que tomar la decisión de quien va a ser el próximo contralor y es un irrespeto que nos convoquen a un solo día para tomar una decisión de esta importancia”, agregó.
Carbó, quien recordó que hace un año le pidió a Fernando Fiorillo que renunciara luego de la suspensión de la Procuraduría por participación en política, dijo que hoy “no se ha visto que la contraloría cumpla con su función real en materia de vigilancia del manejo de los recursos públicos en el distrito”.
“Cuáles son los resultados de la contraloría en materia de hallazgos y de investigaciones, yo la verdad no los he visto, porque su función es vigilar el manejo de los recursos que provienen de los impuestos que pagamos los barranquilleros y tenemos que defender esos recursos”, anotó. Para el concejal del Partido Liberal, “no es positivo para la institucionalidad de este concejo ni para Barranquilla que nosotros no designemos el reemplazo del contralor.
Es como si el técnico del equipo Junior Julio Comesaña, sea quien escoja el árbitro para el partido que esta noche va a jugar contra el Bucaramanga. Obviamente el Bucaramanga dirá que no tiene las garantías. Repito, no es un buen mensaje para la ciudad”.