El objetivo de este operativo fue controlar la ocupación del espacio público en estas zonas, específicamente la proliferación de carretillas sobre la carrera 43, mejorar el tránsito vehicular y recordar a los vendedores que no pueden extender sus actividades hasta las vías, sino que deben mantener las medidas establecidas por el Distrito para sus puestos, de 1.50 metros de ancho por 1.20 metros de largo.
También se buscó regular actividades comerciales que no tienen ningún tipo de salubridad y ponen en riesgo la seguridad de los transeúntes, como es el caso de cocinas, baños y bodegaje en espacio público. Durante el operativo se destruyeron dos baños, ubicados en la calle 31.
Este operativo fue apoyado por 20 agentes de la Policía Metropolitana de Barranquilla, 17 agentes del ESMAD, 5 operadores de Secretaría de Tránsito, el personal de pedagogía de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público, la Inspección 25 de Policía Urbana adscrita a la Secretaría, unidades del Cuerpo de Bomberos y personal de la Triple A.
Fueron despejadas 3 calles durante el operativo y la Policía realizó 26 comparendos por comportamientos contrarios al cuidado e integridad del espacio público. Estas acciones se llevaron a cabo con el fin de darle cumplimiento al Código Nacional de Policía y Convivencia, así como a la normativa distrital.
“Los propietarios de elementos incautados pueden tener permisos, sin embargo eso no es un aval para ocupar el espacio público sin respetar el área permitida para el desarrollo de sus actividades. Si se presenta una extensión comercial, todo lo que exceda el área será incautado”, afirmó el secretario Henry Cáceres.
Los elementos perecederos retirados por ausencia del propietario pueden ser devueltos en las bodegas de la Secretaría. La situación de las carretillas es más compleja y la oficina de espacio público está tomando una decisión al respecto, ya que no se cumple la naturaleza de estos vehículos, que es deambular y no quedarse estacionarios en ninguna zona.
A propietarios que estaban presentes durante el operativo se les permitió guardar sus elementos perecederos en cajas, para que no perdieran la mercancía y su inversión.
“La normativa se debe cumplir, porque es función principal de esta cartera velar por el buen uso del espacio público y hacer que se cumpla la normativa vigente. Sí tenemos la voluntad de ayudarle a los vendedores a desarrollar su trabajo, pero no vamos a permitir que abusen de ello a costa del espacio que es de todos”, explicó el secretario Henry Cáceres.
A 18 vendedores se les ha devuelto la mercancía satisfactoriamente, sobre todo alimentos perecederos, y de las 44 carretillas que se incautaron este lunes solo quedan 2 pendientes por entrega de su contenido. Las otras 24 no tenían mercancía alguna.
El equipo de pedagogía de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público realiza intervenciones diarias en el Centro Histórico. A través de estas jornadas se invita a vendedores a autorregularse para que no tengan problemas posteriormente.
La Secretaría de Control Urbano y Espacio Público reportó que ha evidenciado abusos denunciados por los ciudadanos, entre ellos algunos vendedores que poseen hasta 6 carretillas e instalan una especie de mercado sobre las calles afectando el espacio público, bloqueando la fluidez vehicular y el tránsito de peatones.
Durante el operativo también se despejaron las fachadas del edificio de la antigua gobernación del Atlántico, entre otros predios que hacen parte del patrimonio arquitectónico de Barranquilla para impedir que la ocupación del espacio público deteriore estos predios de manera directa.