El periplo vital de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ estuvo regido por la fuerza más poderosa que puede impulsar los actos del ser humano: el amor. Gracias a este influjo aprendió a escribir desde los cinco años, motivado por la irresistible inspiración que le generaba su profesora Rosa Elena Fergusson, quien le aportó el gusto por la escuela y la puntualidad.
Como lo sentenció alguna vez nuestra inolvidable Meira Delmar, el hombre que puede recordar una infancia feliz está mejor preparado para afrontar las luchas a que la vida obliga con frecuencia. Y de hecho, la niñez de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ transcurrió en el regazo y calidez que le proporcionaron sus abuelos maternos y tías, crisol en el que se forjó la visión mágica, agorera y sobrenatural de la realidad, que más tarde plasmaría en sus monumentales obras literarias, y que se denominó Realismo Mágico.
Barranquilla fue cómplice de los años mozos de García Márquez, cuando cursó estudios de Secundaria en el Colegio San José, y en esta privilegiada Esquina del Caribe colombiano le sucedieron muchas cosas buenas: selló su amor con Mercedes Barcha en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en 1958, fue columnista del Heraldo bajo el inolvidable seudónimo de “Séptimus”, fue miembro activo del legendario grupo de periodistas y escritores conocido como el Grupo de Barranquilla, con quienes compartió amistad y conocimientos en el ambiente bohemio e intelectual de La Cueva.
Toda persona se reconoce propia de la tierra que le ve nacer, pero es realmente ciudadana de los territorios en los que puede amar, ser amado y reconocido, encontrar su verdadera vocación y triunfar. Es por esta razón que Barranquilla siempre ocupó un lugar muy especial en la vida y obra del único premio Nobel que ha tenido nuestro país, y en reciprocidad, siempre será reconocido como uno de sus más grandes y queridos hijos adoptivos.
El premio Nobel de Literatura que recibió en 1982, no solo representa el acontecimiento más importante para la literatura colombiana en toda su historia,
sino también la más categórica constancia de que el ser y la idiosincrasia Caribe están a la altura de los más grandes reconocimientos y designios.
En mérito de lo expuesto,
DECRETA:
ARTÍCULO ÚNICO: Ríndase homenaje póstumo, exaltando la memoria del ilustre escritor y periodista GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, proponiendo la vida y obra de este querido hijo adoptivo de Barranquilla, como paradigma a seguir por las presentes y futuras generaciones de colombianos.
PARÁGRAFO: Entréguese el presente decreto en nota de estilo a los familiares de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, y envíese copia del mismo a los medios de comunicación social.
PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE
Dado en Barranquilla D.E.I.P. a los diecisiete días del mes de abril de 2014.
ELSA MARGARITA NOGUERA DE LA ESPRIELLA
Alcaldesa Mayor Distrital de Barranquilla
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