"Las llamadas economías emergentes, entre ellas las latinoamericanas, aportan por primera vez en la historia, aproximadamente desde hace un año, más al crecimiento del PIB mundial que los llamados países desarrollados", dijo en referencia a la tendencia actual de la economía mundial, donde se está dando un reequilibrio de la riqueza global.
Fue la crisis financiera de 2008 lo que obligó a la economía internacional a poner sus ojos en América Latina. Gracias a esto, hoy el crecimiento económico de la región y su emergencia en el mundo global, es crucial para la constitución de una nueva tendencia en el comercio mundial, donde la relación con la Unión Europea se hace cada vez más estrecha.
Respecto al crecimiento económico que actualmente vive Latinoamérica, el ex presidente español señaló, en su conferencia "Latinoamérica y Europa en la globalización", que una cosa es que las economías sean más grandes y otra es que las economías crezcan.
"Crecer es hacer una economía próspera e inclusiva, generar una sólida clase media, servicios únicos universales como educación y salud, que permita garantizar la cohesión social ante una crisis política o económica", afirmó Rodríguez Zapatero.
En ese sentido, el reciente crecimiento económico de América Latina debe estar direccionado a corregir las desigualdades sociales. Colombia, particularmente, ha ganado mucha confianza internacional, su economía está bien valorada y sus políticas de futuro también.
Para Zapatero, Barranquilla es una de las zonas del país "con más vitalidad, potencial comercial y capacidad de desarrollo económico", por lo cual puede y debe ser el eje de la relación comercial con la Unión Europea, como lo sostiene el ex presidente español.
Sin embargo, el país tiene un gran reto que enfrentar todavía: la seguridad, el respeto a las leyes y la reducción de la violencia, graves consecuencias de las brechas sociales. Según dijo, con la firma de un acuerdo de paz con las Farc, la confianza internacional y la inversión extranjera aumentarían notablemente.
"La paz es una tarea que todas las sociedades deben tener por delante. La violencia se combate con la ley y la policía, pero la violencia se gana definitivamente con política, con la cultura de la democracia. El fin de la violencia no puede tener un fin político, pero la política puede ayudar a terminar con la violencia", concluyó Rodríguez Zapatero.
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