El "Ejercito del Silencio" resaltó de donde se heredó los cantos y voces que dejaron los españoles en su invasión a nuestro país. El aporte de nuestros indigenas fueron las gaitas y flautas, por el lado del continente africano se quedó los tambores que al ser fusionados en una osmosis de carnaval da como resultado un triunbirato de herencias en el cual nos destacamos hoy a nivel mundial con el carnaval más multifático del globo térraqueo.
Con un gran maestro de la música como Einer Escaff quien tuvo a cargo la parafarnália auditiva del evento nos hizo pasar de ritmos árabes, españoles, samba, salsa y ahora la popular champeta. Fueron más de 600 bailarines en tarima compuestos por los grupos folclóricos como la comparsa de Jairo Atencia, Africa Mía, Los Chamanes, Klama, Grupo de Teatro de Dalfre Castillo, Fundación Artfus, Fundación Yuma, Danzas de Mónica Lindo, Grupo Matuna, gripo Destelllos, Comparsa el Rumbón Normalista, Corporación EstefanÍa Caicedo, Fundación Artistíca Iván Cisneros y el Grupo Matuma,
El vestido en color fucsia fue diseñado por la "Aguja de Oro" Amalín de Hazbún resaltado con piedras y colmado de brillos, llamado "La Luz Impewrial del Carnaval". Visiblemente emocionada al recibir la corona de su antecesora Daniela Cepeda Tarud le habló a los más de 10 mil asistentes dandole gracias a su familia, a Dios y al pueblo barranquillero este recuerdo nunca se borrará de su mente y destacó de que el carnaval volvió a la calle tal como ella se lo propuso.
Seguidamente y con la espera de una hora subió a la tarima el Merenguero Dominicano Juan Luis Guerra y su Orquesta 440 y el cierre fue con el dúo reguetonero de Ñejo y Dálmata. Ahora con su corona Maqui se dipone a rumbiarse todos los 5 días de carnaval hasta el entierro de Joselito el próximo martes o miércoles en la madrugada.
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