Por eso, estar alerta a los síntomas es una de las principales recomendaciones que advierten los profesionales de salud. Aquellos que pueden aparecer son sangrado o secreción vaginal, dificultad para comer o sensación pronta de llenura, dolor o presión en el área pélvica, dolor abdominal o de espalda y sensación de hinchazón.
Sin embargo, la Coalición Mundial del Cáncer de Ovario (WOCC, por sus siglas en inglés) explica que algunos de estos síntomas pueden confundirse con otras enfermedades no tan graves como, por ejemplo, molestias gastrointestinales, obteniendo así un diagnóstico erróneo. “Al tener un diagnóstico y tratamiento oportuno nos permite identificar un cáncer en estadio temprano evitando que este se disemine a otros órganos y así disminuimos el riesgo para la salud de la paciente”, explicó Lizeth Arrieta, especialista nacional de la corte de Cáncer de Alto Costo de Cajacopi EPS. De acuerdo con la especialista, este cáncer provoca un crecimiento de las células que se forman en los ovarios y rápidamente se multiplican, invadiendo y destruyendo a su paso los tejidos sanos del cuerpo.
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer de ovario se encuentran la predisposición genética, la edad, los historiales familiares y reproductivos, la infertilidad, el reemplazo hormonal, la regularidad del ciclo menstrual y padecer de endometriosis. Arrieta explica que la edad promedio en la que se puede presentar esta enfermedad va entre los 45 a 59 años. Sin embargo, según la WOCC también puede desarrollarse durante la juventud. Aporte de Cajacopi EPS a la prevención Actualmente, la entidad cuenta con “una red integral” que permite a los usuarios recibir una “atención oportuna y continúa”.
En total son 125 pacientes que, de acuerdo con Arrieta, reciben “todos los servicios oncológicos” que requieren y tienen a su disposición a médicos oncólogos, enfermeros, nutricionistas, cuidados paliativos, medicinas, exámenes de laboratorios y estudios de extensión.