Por ello, la Alcaldía de Barranquilla ha venido ejecutando proyectos contemplados en el Plan de Desarrollo encaminados a mejorar la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables, lo que refleja que el reto de reducir la pobreza es la prioridad de esta Administración, especialmente luego de atravesar los momentos más complejos de la crisis sanitaria por el COVID-19.
Debido a esta coyuntura, la pobreza aumentó en los principales centros urbanos como consecuencia de las cuarentenas, por lo que los esfuerzos del Distrito estuvieron focalizados en mitigar la crisis sanitaria y económica por el COVID-19 mediante entrega de auxilios alimentarios a más de 446.000 hogares y transferencias directas por el orden de los $118.000 millones.
A pesar de la crisis, Barranquilla y su área metropolitana continúan siendo una de las conurbaciones con menor proporción de personas en condición de pobreza a nivel nacional, siendo la sexta ciudad con menor pobreza monetaria después de Bogotá, Medellín, Cali, Manizales y Pereira; además, se encuentra por debajo del promedio nacional.
Con una inversión que supera los $190.000 millones (entre 2021 y 2023), la Alcaldía trazó un megaproyecto para combatir el hambre y la pobreza a partir de programas de educación, salud, gestión social, y recreación y deportes, encauzando estrategias por localidades y en los grupos más vulnerables en donde confluyen los indicadores sociales más adversos, tal como lo explicó el gerente de Desarrollo Social, Alfredo Carbonell.
Por su parte, el secretario de Planeación, Juan Manuel Alvarado, explicó que el megaproyecto está pensado para solucionarle el problema a los perfiles con mayor probabilidad de caer en pobreza extrema: “Estudiamos en detalle los perfiles más propensos a caer en pobreza, hicimos un estudio detallado sobre cómo está la pobreza y el hambre en Barranquilla y con eso se estructuró el macroproyecto”, aseguró el jefe de esta dependencia.
Los principales perfiles que arrojó el estudio son los siguientes:
Hogares con jefe de hogar joven (15 y 34 años) que no alcanzan educación media, conformados por más de 3 personas, con niños menores de 5 años y sin vivienda propia tienen aproximadamente un 60% o más de probabilidad de caer en pobreza
Hogares con jefes de hogar entre los 25 y 44 años, con educación media y ocupados tienen entre un 35% y 40% de probabilidad de caer en pobreza
Los hogares con madres cabeza de familia, con jóvenes que ni estudian ni trabajan, y con niños, jóvenes y adultos en inseguridad alimentaria son otros grupos que requieren focalizarse en las intervenciones, dada su alta probabilidad de caer en la pobreza.
Los proyectos
“Nos hemos trazado cuatro líneas de acción, orientadas a corto y mediano plazo, con el objetivo de que las personas en condición de mayor vulnerabilidad tengan acceso a beneficios alimentarios y oportunidades laborales, para así afrontar el incremento de la pobreza y de la pobreza extrema en Barranquilla”, dijo el gerente de Desarrollo Social.
Asistencia nutricional y seguridad alimentaria. Su objetivo es complementar nutricionalmente la ingesta calórica diaria de los grupos más vulnerables de la ciudad a través de programas de asistencia nutricional liderados por las secretarías de Salud, Educación, Gestión Social y Barranquilla Verde.
Serán más de 185.000 atendidos en total entre programas como Recuperación Nutricional y Banco de Leche, cuya meta es cubrir las necesidades de 3.000 niños menores de 6 meses hasta 2023; entretanto, con el Programa de Alimentación Escolar (PAE) se entregarán 123.000 paquetes nutricionales para estudiantes de las instituciones educativas distritales al finalizar la Administración.
Para el caso de los adultos mayores, se espera alcanzar más de 9.000 ciudadanos; a su vez, con el servicio de educación inicial en el marco del programa Atención Integral a la Primera Infancia, el Distrito beneficiará a 48.000 niños y madres en gestación y etapa lactante. Finalmente, con respecto al programa Habitantes de Calle, serán 2.000 ciudadanos los atendidos a través de esta estrategia distrital.
Generación de ingresos para jóvenes, mujeres cabeza de familia y personas con baja cualificación. Busca incrementar las oportunidades de corto plazo para la generación de ingresos a grupos de población de baja inclusión productiva, impulsando el acceso al mercado laboral, el apoyo a estudios u otras actividades esenciales.
En ese sentido, la Administración seguirá liderando programas como el empleo barrial en cultura ciudadana, la formación de jóvenes en la Policía, becas para la formación en el idioma inglés y el apoyo a las mujeres cabeza de familia, entre otros.
Formación para el trabajo y empleabilidad. Se propone mejorar las oportunidades laborales de sectores de baja empleabilidad con certificados y formación educativa, mediante estrategias como la entrega de 2.400 becas para carreras técnicas y tecnológicas, así como la doble titulación de bachilleres–técnicos laborales. Algo a destacar es que hacia el 2023 se proyecta que el 100% de las 154 IED ofrezcan certificación bilingüe a sus estudiantes.
Lo anterior se complementa con la labor de intermediación laboral y orientación ocupacional del Centro de Oportunidades, con el fin de lograr la articulación entre el sector educativo y el laboral, con miras de mitigar la tasa de informalidad.
Focalización de programas de lucha contra trampas de la pobreza. Realizar acciones que reduzcan efectos asociados a las condiciones de pobreza, orientando esfuerzos en la prevención del embarazo adolescente, el trabajo infantil e inclusión productiva de la población migrante.
Retos
Los logros de la Administración distrital respecto a capacidad y el acceso a los servicios de salud, educación, recreación y atención a la población vulnerable han permitido una atención amplia y focalizada, con lo cual se espera una recuperación más rápida frente a los efectos de la emergencia sanitaria.
Para concluir, el gerente de Desarrollo Social, Alfredo Carbonell, manifestó que “somos conscientes de los retos y las necesidades que ha dejado la pandemia, y no estamos solos en este objetivo. Trabajamos en alianza con cooperación internacional e inversionistas que tienen interés en la ciudad, ya que los proyectos privados contribuirán a mejorar las condiciones sociales. En la medida en que se creen nuevos puestos de trabajo y mejore la empleabilidad, seguiremos reduciendo la pobreza en Barranquilla hasta llegar a niveles más cercanos a los de prepandemia”.