Investigadores de la Dirección Antisecuestro y Antiextorsión, establecieron que la organización intimidaba a tenderos, transportadores y a comerciantes de las plazas de mercado, y para permitirles trabajar los obligaban a pagar exigencias semanales de 60 mil y 80 mil pesos.

Los jefes de la estructura, Bonangel Madel Núñez alias “La Negra” y Oscar Junior Navarro alias “El Mello”, contactaron personas con antecedentes judiciales por paramilitarismo, fleteo y homicidio, conformaron un grupo armado que recorría en moto el comercio de Barranquilla y su área metropolitana, y con pistola en mano hacían cumplir las extorsiones.

Varios negocios fueron afectados con la activación de granadas, porque sus propietarios se negaron a pagar. Por estos ataques hay 12 denuncias y 37 más por extorsiones en Barranquilla, Soledad, Sabanalarga, Malambo y Baranoa (Atlántico).

Las víctimas recibían llamadas telefónicas de integrantes de la banda que estaban recluidos en las cárceles de El Bosque (Barranquilla), Cómbita (Boyacá) y Yopal (Casanare). Durante la conversación fijaban una fecha para entregar la exigencia y quienes acudían a reclamar la plata el día pactado, eran menores de edad instrumentalizados para los propósitos perversos.

Durante el seguimiento a esta estructura de “Los Rastrojos”, la Policía Nacional estableció otra fuente ilícita de financiación, el microtráfico. Talleres de mecánica para motos y carpinterías, en realidad escondían ollas de vicio desde donde se coordinaba el expendio de estupefacientes hacia Barranquilla y otros municipios de Atlántico. Para la traslado de la droga a los distribuidores, también utilizaban menores de edad.

En el propósito criminal de controlar el microtráfico en la región, la banda delincuencial sostuvo disputas con otras organizaciones delincuenciales.  Esas contiendas armadas dejaron 9 homicidios en 8 meses y cerca de 10 heridos.

Junto a alias “Mello” y “La Negra” fueron capturadas sus compañeras sentimentales, que se encargaban de identificar víctimas potenciales de extorsión, y de reclutar personas para la banda “Los Rastrojos”. Otros de los detenidos, Luís Alfredo Monsalve de la Ossa alias “Luigi” y Sergio Andrés Mercado Berrio alias “Junior”, portaban brazaletes de seguridad del INPEC, por tanto, se encontraban con prisión domiciliaria desde noviembre de 2013.

Los 46 capturados serán judicializados por los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión agravada y uso de menores para diferentes delitos.

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