En una rueda de prensa conjunta, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry; expresaron que se sentían satisfechos por las rondas de conversaciones llevadas a cabo en Ginebra.
Kerry dijo que el Gobierno de Bashar Al Assad “tiene una semana para presentar toda la documentación técnica necesaria para ceder los arsenales químicos sirios al control internacional”, durante la conferencia de prensa conjunta que los jefes de la diplomacia rusa y estadounidense ofrecieron en Ginebra (Suiza).
Agregó que en los casos en los que sea necesario las armas químicas serán transportadas fuera del territorio sirio para su destrucción.
Por su parte, el canciller Lavrov enfatizó que Damasco (capital siria), iniciará la destrucción de armas químicas un mes después de la entrada en vigor del acuerdo correspondiente.
El vocero ruso indicó que son las propias autoridades sirias las responsables de garantizar la seguridad de los expertos que se encargarán del proceso de traspaso de los arsenales, pero que también participarán fuerzas internacionales.
Resolución en proceso
En la conferencia de prensa, ambos diplomáticos señalaron que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) elaborará una resolución a partir del plan acordado entre Rusia y Estados Unidos sobre las armas químicas en Siria.
Dicha resolución supone el uso de la fuerza en el caso de incumplimiento de las condiciones internacionales, pero "deberá ser probada fehacientemente en el Consejo de Seguridad de la ONU", acentuó Lavrov.
Se prevé que el próximo encuentro entre el canciller ruso y el secretario estadounidense sea el próximo 28 de septiembre durante la sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
En el pasado mes de mayo, el canciller ruso y su homólogo estadounidense acordaron la celebración de la Conferencia Internacional Ginebra II sobre Siria, como una continuación de la primera que se efectuó en junio de 2012, con el fin de buscar una salida pacífica al conflicto sirio.
Estados Unidos y otros países de Occidente acusan sin pruebas a Siria de usar armas químicas contra su propio pueblo y han levantado la voz sobre una inminente invasión militar a Siria.
La comunidad internacional en pleno, a excepción de Estados Unidos y sus aliados militares y económicos más cercanos, rechazan la actitud belicista e injerencista de los países que pretenden ejecutar un ataque militar contra el pueblo sirio, con el pretexto de castigar al Gobierno de Bashar Al-Assad por presuntamente usar armas químicas contra civiles, acusación que carece de pruebas y de un argumento veraz.