El sumo pontífice calificó la acción criminal con un acto inhumano: "En realidad todos estamos heridos por este acto inhumano de violencia". "Expreso mi cercanía con la ciudad de Pittsburgh, en Estados Unidos, y en particular con la comunidad judía, golpeada (el pasado sábado 27 de octubre) por un terrible atentado en una sinagoga", dijo.
Pidió a Dios que ayude a la humanidad a que este tipo de ataques no se repita y que brote el respeto por la vida del prójimo. "Que el señor nos ayude a extinguir los brotes de odio que se desarrollan en nuestra sociedad, reforzando el sentido de humanidad, el respeto por la vida, los valores morales y civiles", expresó.
TELESUR