Cuando se pensaba de que al ser capturado dos de los capos de la reventa uno el argelino Mohamadou Lamine Fofana y el británico Raymond Whelam se iba a desbaratar las dos bandas de revendedores, salieron más denuncias donde según la policía de Rio de Janeiro sospecha de que la Asociación de Fútbol Argentino ha quedado involucrada en el "mercado negro" de entradas, unas entregadas a los directivos y otras que tienen los nombres de los jugadores impresos en el papel. Hay en la calle boletas a nombre del presidente de la entidad Julio Grondona y su Hijo Humberto Grondona.
Los que más llama la atención es que las boletas asignadas al delantero Ezequiel Lavezzi y al mediocampista Javier Macherano no las tienen todos sus familiares. Las de Lasvezzi se sospecha que el mismo jugador se la dió a las barras de su equipo de origen Rosario Central, uno de los hinchas argentinos aseguró que le vendieron una boleta en mil dólares para el juego contra Suiza. Y Macherano no se quedaa atrás, el hermano de este las revendió para el partido que Argentina jugó contra Bosnia, otro simpatizante del equipo se la compró en 800 dólares.
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