El Centro Nacional Interagencias para Incendios de EE.UU. informó que casi 60 siniestros arrasaron con zonas secas boscosas desde Alaska a Wyoming. Más de la mitad de los mayores incendios se concentraron en los estados de Arizona, Idaho y Montana.
El Servicio Nacional de Meteorología de EE.UU. indicó que el calor alcanzó su pico en gran parte de las áreas que sufrieron los incendios, y que los demás avisos de calor excesivo “debían expirar el martes por la noche”.
El fuego de mayor magnitud se reportó en el sureste rural de Oregon. Según funcionarios del cuerpo de bomberos local, este había devorado unas 316 millas cuadradas y ponía en peligro unas 2.000 viviendas.
El portavoz del cuerpo en Oregon, Daniel Omdal, reportó que hasta este martes 21 casas y otros edificios menores fueron destruidos por el fuego. El funcionario agregó que los bomberos trabajaban por “establecer líneas de contención y no habían conseguido rodear ninguna sección del incendio en el Bosque Nacional Fremont-Winema”, en el condado Klamath.
Omdal también se refirió a las condiciones meteorológicas extremas bajo las que operan los bomberos, dada la baja humedad y la presencia de elementos combustibles inflamables, lo que “genera condiciones para una actividad significativa de incendios”.
El siniestro en Oregon dejó fuera de servicio tres líneas de transmisión que abastecían de hasta 5.500 megavatios de electricidad a California.