“Este fin de año llega con buenas noticias para los magdalenenses. Gracias al compromiso de nuestras directivas, ponemos en marcha tres iniciativas para mejorar la calidad de vida de sus familias. Vamos a empoderar económicamente a las mujeres en Zona Bananera y en Ciénaga acompañaremos a los pescadores con mejores técnicas y herramientas para su día a día. Allí mismo, la comunidad contará con una unidad productiva para la creación de un novedoso producto a base de banano”, explicó la directora ejecutiva de la Fundación Promigas, Marcela Dávila.
En Zona Bananera, 80 mujeres serán empoderadas económicamente y cualificadas en dos frentes: belleza y atención integral a la primera infancia, de acuerdo con su vocación ocupacional. Durante los próximos 12 meses, las beneficiarias participarán en un proceso formativo con componentes como: transformación del ser, autonomía económica, habilidades financieras y mercadeo, previo a la dotación de insumos y microcréditos para la operación de micronegocios en cada uno sus hogares
“Muy contenta con la beca recibida por Fundación Promigas para iniciar mi formación como mujer empoderada. Este proceso me servirá para aprender nuevas técnicas, tener mi propio negocio y sacarle el mejor provecho para llevar más ingresos a mi familia”, dijo emocionada Yira Acosta, una de las 40 mujeres que se especializarán en línea de belleza, mientras que el grupo restante se enfocará en desarrollo infantil.
Progreso entre pescados y bananos
Las aguas del mar Caribe y paisajes verdes que enriquecen el territorio de Magdalena, serán escenarios de encuentro para los proyectos Pescando Progreso y Sabor a Progreso, respectivamente. Bajo el liderazgo de Promigas y Promisol, a través de su fundación, sus comunidades reactivarán su economía con diferentes metodologías acordes a las necesidades y realidades del territorio.
Con Pescando Progreso, iniciativa de la Gerencia de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Promigas, un total de 35 pescadores fortalecerán sus capacidades organizativas y comerciales, para incrementar sus ingresos y mejorar su seguridad durante la pesca artesanal. Por ello, en la comunidad de barrio Abajo, en Ciénaga, los beneficiarios recibieron herramientas como chalecos con protección UV, sombreros y atarrayas, así como el mejoramiento de sus lanchas para su navegación segura a mar abierto.
“Si los pescadores cuentan con mejores herramientas, van a llevar productos de mejor calidad a los mercados y así movilizar más recursos para sus familias. Desde Promigas ratificamos nuestro compromiso con el bienestar de la gente y cuidando el medio ambiente a través de un ejercicio pesquero bioseguro en las aguas del Caribe”, aseguró Lucía Ruiz, gerente de Sostenibilidad y Medio Ambiente de Promigas.
Mientras avanza la pesca sostenible, las comunidades del corregimiento de Cordobita y vereda de Jolonura, en Ciénaga, trabajan a toda marcha en la exploración de un nuevo producto gastronómico. Gracias un equipo especializado de Fundación Promigas, emprendedores participarán en la creación de su propia unidad productiva dedicada a la elaboración y comercialización de productos a base de banano, cuyos cultivos dinamizan la economía local.
“Colombia es el quinto país exportador mundial de banano y en Magdalena crecen en cualquier esquina, así que vamos a crear un producto de talla internacional con materia prima que tenemos en el patio de nuestra casa”, señaló Beredis Saballet, una de las 15 beneficiarias del proyecto, que instalará una unidad productiva con dotación maquinaria, asesoría comercial, marketing digital y atención psicosocial, para que su comunidad sea sostenible a través de su emprendimiento bananero.