El mapa de navegación, presentado hoy, tiene como punto de partida el fortalecimiento del clúster de energías renovables con el fin de articular la cadena de valor del sector en la región, conformada por más seis mil empresas y treinta instituciones educativas, entre otros actores, que, por su contenido intensivo en conocimiento, fomentan la innovación y el desarrollo tecnológico en esta industria.
Dentro de la hoja de ruta se definió la puesta en marcha de un plan de acción que busca posicionar a la región Caribe a la vanguardia de nuevas tendencias con el fin de ampliar y diversificar su enfoque al desarrollo de las energías renovables, y conectarlo a otros desafíos asociados a la sostenibilidad, posicionando al clúster como un agente clave en su promoción en el contexto colombiano.
Se pretende que el clúster promueva ese desarrollo de manera equilibrada y con cohesión regional; articule la cadena de valor de energía para mejorar la visibilidad, el posicionamiento y la competitividad de las empresas locales; y apoye a la industria en su avance hacia segmentos de negocio más intensivos en conocimiento y con mayor contenido tecnológico.
Con un plan de acción de mediano y largo plazo, se priorizaron tres proyectos que tienen como objetivos principales, atraer inversión extranjera hacia la producción de bienes y equipos avanzados para este tipo de generación; promover la eficiencia energética a nivel industrial y residencial; y hacer de la región Caribe el centro de aprovechamiento energético del hidrógeno, a propósito del plan que vienen estructurando el Gobierno Nacional frente a la posibilidad de producir y exportar energía proveniente de estas fuentes.
La propuesta de las Cámaras de Comercio del Caribe fue resultado de un diagnóstico estratégico de la cadena de valor de energía en la región, realizado en conjunto con la consultora experta en innovación Sociedad Portuguesa de Innovación (SPI), para caracterizar el tejido empresarial, determinar los factores que afectan su competitividad, y desarrollar una hoja de ruta enfocada en traducir su potencial en opciones estratégicas de negocio para las empresas que integran la cadena en sus distintos eslabones a partir del aprovechamiento de las fuentes no convencionales de energías renovables.
Así las Cámaras de Comercio de Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Valledupar y La Guajira empiezan a acompañar al tejido empresarial en el desafío de enfrentar un futuro más sólido, sostenible y resiliente.
En la UPME (Unidad de Planeación Minero-Energética), entre 2020 y 2021 se encontraron 115 nuevos proyectos inscritos que demuestran el potencial de generación de energía eléctrica que tiene la región Caribe a partir de las fuentes no convencionales. Estos proyectos suman una capacidad potencial de 8.470 MW, lo que evidencia el alto aprovechamiento solar y eólico que tiene la región para este tipo de generación.
De acuerdo con XM, Colombia cuenta con una capacidad instalada de generación de energía eléctrica de 17.560 MW, compuesta en un 68% a partir de fuentes hidráulicas y un 30% de fuentes térmicas. Aunque dentro de esa matriz es muy baja la participación de plantas conectadas al sistema nacional cuya generación proviene de fuentes de energías renovables, es importante resaltar que La Guajira cuenta con una capacidad instalada de 18.42MW a partir de fuente de energía eólica y, Bolívar con una de 11.06MW basada en energía solar. Así mismo el Caribe cuenta con un 28% del potencial energético nacional a partir de biomasa residual
Sin duda, una vez más estamos de pie en un territorio con un enorme potencial, teniendo en cuenta que países como Alemania, líder a nivel mundial en el aprovechamiento de la energía fotovoltaica, evidencian un valor promedio anual que no supera los 3 kWh/m2 por día, notablemente inferior a los del conjunto de la región Caribe, el cual, según el IDEAM, supera los 5 kWh/m2por día. Además, las velocidades de vientos en La Guajira se ubican por encima de los 10m/s, mientras que Dinamarca, primer productor de energía eólica en el mundo, tiene vientos con velocidades promedio que apenas se ubican por encima de los 9 m/s.
Lo anterior demuestra el alto potencial que tiene la Región Caribe en materia de aprovechamiento de los recursos naturales para el desarrollo de las energías renovables de fuentes no convencionales, pero especialmente vislumbra un panorama prometedor de futuro para el crecimiento económico y el desarrollo social de la Región Caribe, en un momento en que la economía global le exige a los territorios nuevas dinámicas productivas.