Del otro lado, los Yankees batean .192 colectivamente en esta serie; en los primeros dos choques, anotaron carreras en una sola entrada, la novena del Juego 1 cuando le hicieron cuatro al relevista dominicano José Valverde para empatar las acciones. Aparte de esa reacción ofensiva, los Tigres le han colgado 20 ceros al equipo neoyorquino, que definitivamente no le ha hecho honor a su apodo de los "Bombarderos del Bronx."
Pero como siempre, Verlander y los Tigres no quieren confiarse mucho ante un lineup con tantos nombres como el de los Yankees.
"No estamos presumiéndonos de nada", dijo Verlander. "Sabemos de lo que son capaces los Yankees."
Y los Yankees saben de qué es capaz Verlander. El Cy Young y Jugador Más Valioso reinante del Joven Circuito viene de lanzar uno de los mejores partidos de su vida-y es mucho decir-el jueves pasado en Oakland, donde en el decisivo Juego 5 de la Serie Divisional dominó por completo de los bates de los Atléticos.
El derecho tiró una blanqueada de cuatro hits y 11 ponches, luciendo más dominante que nunca en un choque de vida o muerte para su equipo. En dos salidas vs. Oakland en la ronda divisional, Verlander permitió una sola anotación en 16.0 episodios (EFE de 0.56) y ponchó a 22 bateadores, ganando ambos juegos.
Ahora le toca a los Yankees, que debido a su anémica ofensiva se encuentran en una situación bien difícil, en la ruta, contra un as de ases.
"Obviamente, estamos entusiasmados como equipo", dijo Verlander. "Jugamos bastante bien este año en casa (50-31, 2-0 en estos playoffs). "Los fanáticos son buenísimos y nos sentimos cómodos aquí en casa."
En tres aperturas contra los Yankees este año, Verlander tuvo marca de 1-1 con efectividad de 3.10, permitiendo 25 hits en 20.1 entradas lanzadas. En otras palabras, no dominó a Nueva York como al resto de la Americana en el 2012, cuando encabezó la liga en ponches (239), innings lanzados (238.2) y tuvo récord de 17-8 con promedio de carreras limpias de 2.64 en 33 salidas.
Ya hemos visto cómo ha caído el ataque de los neoyorquinos en los playoffs, pero al mismo tiempo Verlander sabe que las cosas pueden cambiar bien rápido cuando hay tanto talento en un equipo como los Yankees.
"Obviamente, todo el mundo en ese lineup representa un reto", dijo el diestro, quien con regularidad alcanza las 98, 99 y hasta 100 millas por hora. "Pero cuando se trata de postemporada, puedes obviar un poco los historiales. Soy un pitcher diferente (en playoffs) que en temporada regular. Comienzas con borrón y cuenta nueva."
El manager de los Tigres, Jim Leyland, ha visto mejorar a Verlander en cada una de las tres postemporadas que han disputado juntos (2006, 2011 y 2012).
"Más allá de su talento, creo que ha alcanzado otro nivel de madurez", dijo Leyland. "Ha sabido acariciar la presión. Eso es importante.
"No se ve tan nervioso como hubiese estado hace unos años, sino que luce mucho más cómodo en esa situación que antes."
Verlander, quien lleva 5-3 con 4.19 en 10 aperturas de por vida en postemporada, se midió a los Yankees dos veces en la Serie Divisional del 2011, cuando Detroit eliminó a Nueva York. En el Juego 1 permitió una vuelta en el primer episodio, antes de que las lluvias obligaran la suspensión y reanudación del partido al día siguiente.
No volvió a tirar hasta el Juego 3 de dicha serie, cuando se adjudicó la victoria al conceder cuatro vueltas en 8.0 entradas.
Pero Verlander no piensa en el pasado, sino la tarea pendiente: Su apertura del martes.
"No voy a preocuparme por el historial de (los Yankees)", dijo el diestro. "Saldré a competir y tratar de hacer mis pitcheos lo mejor que pueda, a ver qué pasa."