El Arena da Baixada, de la ciudad de Curitiba, se vistió de su mejor gala para coronar a su equipo campeón de la CONMEBOL Sudamérica 2018, el primer titulo internacional para los brasileños.
El Paranaense cuenta en sus vitrinas un título del Campeonato Brasileño (2001) y el de campeón brasileño de la primera división (1995). Además de un vice campeonato en la Libertadores, cuando Sao Paulo, en el año 2005, se proclamó como el mejor.
Pero el ‘Furacao’ esta vez sopló cuando a los 26’ su goleador Pablo Felipe, sacudió las redes, con un certero remate para abrir la cuenta.
El gol infligió como anestésico para los brasileños, quienes se relajaron en exceso y sufrieron en demasía el toque colombiano, pero que tampoco sirvió para revertir el marcador.
El segundo capítulo mostró la misma tónica del epilogo de la primera. El ‘Tiburón’ se hizo del control del balón.
Muy atrás el rubro -negro, intentó salidas, pero la vorágine del cuadro ‘cafetero’ se impuso en base a la combinación de Barrera y 'Teo'.
Justamente, de la cabeza del artillero Teófilo Gutiérrez se gestó el empate, tras sacar savia de un córner en el minuto 57’.
Un carrusel de emociones
Tras el 1-1, el partido pescó un ritmo cambiante, donde el ‘Tiburón’ estuvo al acechó del ansiado gol del desequilibrio. Pero las manos del portero Santos interrumpieron toda acción de celebración para los colombianos.
El titubeo se apoderó de los jugadores del conjunto brasileño, que se vieron sorprendidos ante el esquema del experimentado DT Julio Comesaña, que ordenó a sus dirigidos a no claudicar al ataque tras el empate.
El empate no se rompió más durante los 94’ que duró el cotejo, por lo que había que recurrir a un tiempo extra, atizado de dramatismo y situaciones cambiantes.
Inteligente y velóz, siendo más vertical, Junior se enfiló hacia la portería rival y, a base de ímpetu y de una genialidad de Teófilo Gutiérrez, se encontró con un penal, una inmejorable ocasión para desnivelar.
Barrera, el más talentoso, no obstante, dilapidó la chance al rematar el penal muy ancho, dándole fuerzas a los aficionados del 'Furacao', que inyectaron aliento a sus jugadores, pero el cansado hizo mellas y la paridad condujo a los penales.
El histórico central Thiago Heleno desató la celebración de los hinchas rubro-negro, tras anotar el penal definitivo y decretar la victoria 4-3 del Paranaense, en una tanda en la que erraron Fuentes y Teófilo Gutiérrez, por parte de los colombianos.
De esta forma, el Paranaense pone un broche de oro a una Sudamericana 2018. Con el trofeo, el Paranaense se lleva además un boleto para la próxima Libertadores y el derecho de disputar la Recopa Sudamericana-2019 contra River Plate, flamante campeón de la Conmebol Libertadores.