El viernes la ciudad recibió a estos muchachos que le devolvieron la alegría a sus hinchas en medio de una caravana de felicidad que inundó las calles de la urbe, que celebró a rabiar el fin de trece años de frustraciones, cinco de ellos con el equipo fuera de la casa.
Este año sus seguidores locales pudieron ver todo el año a su equipo, estrenando casa y convirtiéndola en un fortín inexpugnable: Unión Magdalena terminó invicto el campeonato en el Sierra Nevada, un estadio a la altura de los mejores del mundo como lo ratificó el juez Wilmar Roldán, quien tiene toda la autoridad para emitir un concepto.
Pero quienes no se cambian por nada son los fanáticos del cuadro bananero.
Destacan el regreso del “Ciclón” a su casa y desde luego felices por tener estadio nuevo: “Fue doloroso hace 13 años cuando vi el último partido, cuando descendió. Pero hoy tengo una alegría inmensa. Esto estimula el turismo con la llegada de los equipos grandes. Nosotros necesitábamos este estadio que fue hecho para los Juegos Bolivarianos, pero que también permitió que el Unión volviera”, expresó Omar Mendoza, hincha nativo de esta capital.
Como Mendoza, el cuadro azulgrana vive un romance con su afición y el tálamo nupcial es el estadio de fútbol Sierra Nevada, que tras un acuerdo firmado entre el alcalde Rafael Martínez y la directiva del Unión Magdalena el pasado 28 de enero, permitió la llegada nuevamente, del equipo a la ciudad, el sueño doblemente cumplido: el anhelado ascenso y jugar en casa propia.