Como en todas las ciudades y poblaciones donde ha llegado, el arribo del Fuego Deportivo 2012 a Barranquilla fue todo un acontecimiento.
A las 9 am en punto, la antorcha le fue entregada el director de Indeportes Atlántico, Ramón Ignacio Carbó Lacouture, por parte de Carlos Eduardo Villegas, coordinador general del Fuego, y de Carlos Julio Villamil, a la altura del corregimiento de Palermo, territorio del Magdalena.
Durante la entrega de la antorcha, Villegas manifestó a Carbó lo representativo del Fuego Deportivo y el compromiso que tienen los departamentos en desarrollar unos Juegos en Paz y con mucha hermandad.
Acto seguido un grupo de atletas y ciclistas recibieron el Fuego e iniciaron su recorrido que los conduciría al Velódromo, sitio donde los esperaban deportistas, dirigentes, la banda de Paz de la Escuela Naval de Suboficiales, medios de comunicación e invitados especiales, entre ellos el legendario Helmut Bellingrodt Wolff, doble medallista olímpico de Colombia y campeón mundial de tiro.
A la caravana, que inició en Palermo y que cruzó el puente Laureano Gómez (Pumarejo) y luego empalmó con el bulevar de Simón Bolívar y la avenida Circunvalar, se le fueron sumando motos y vehículos que ocasionalmente transitaban por el lugar.
En medio del trayecto, los atletas se rotaban el porte del Fuego que finalmente, al llegar al velódromo, fue recibido por el boxeador olímpico Eduar Marriaga en medio de la llovizna que cayó sobre el sur de la ciudad.
En ese instante, Marriaga devolvió la antorcha a Ramón Carbó para que este la pusiera en manos de Helmut Bellingrodt que fue el encargado de encender el pebetero.
“Por iniciativa del director Nacional de Coldeportes, Andrés Botero Phillipsbourne, este año se rompió el protocolo tradicional de recibir el Fuego en el último departamento sede y hemos iniciado el recorrido en la Sierra Nevada de Santa Marta. Recibimos el Fuego de manos de los indígenas de la Sierra y desde ahí comenzamos el periplo por gran parte del territorio Nacional”, expresó Carlos Eduardo Villegas, coordinador general del evento.
“Para nosotros es muy importante que hayamos sido tenidos en cuenta para recibir el Fuego y reiteramos nuestro compromiso para que, a través del deporte, nuestras nuevas generaciones se alejen de los todos los vicios y de los embarazo no deseados”, dijo por su parte ramón Ignacio Carbó.
Helmut Bellingrodt hizo un relato del significado del Fuego para la humanidad y de cómo, en 1928, en los Juegos Olímpico de Amsterdam, Holanda, apareció por primera vez la llama encendida en el estadio Olímpico.
Después de los actos protocolarios, la llama siguió su curso hacia la ciudad de Cartagena de Indias donde pernoctará para llegar finalmente a la ciudad de Montería, donde se encenderá el pebetero en la jornada inaugural de los XIX Juegos Deportivos Nacionales.