Nada justifica la terrible crisis en la que se encuentra la citricultura del país, a causa de la propagación sin control del Huanglongbing (HLB) o “Dragón amarillo”, que ha arrasado con miles de hectáreas de cultivos cítricos en la región Caribe. Mucho menos se puede justificar ni entender el abandono al que el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, ha sometido a los agricultores de la Costa afectados por esta enfermedad.