Por años se han escuchado las graves denuncias de los pescadores artesanales del golfo de Morrosquillo pidiendo atención ante los constantes derrames de sustancias que son vertidas al mar durante las actividades portuarias que se desarrollan en el terminal marítimo de Ecopetrol y Ocensa en Coveñas. Una problemática que impacta de manera negativa el oficio de la pesca y afecta irreversiblemente la biodiversidad de la zona insular.