Una de las problemáticas que más afecta la prestación del servicio eléctrico en la Costa Caribe es el hurto y el fraude a través de las conexiones ilegales, la manipulación de medidores o la intervención en las conexiones. El impacto de estos delitos, no solo lo reciben las finanzas de las empresas comercializadoras de energía sino también los usuarios, a quienes se les trasladan los costos en sus facturas y se les disminuye la calidad del servicio.