En el proyecto, denominado Reparación Colectiva a Víctimas para la Reconstrucción Social, se implementaron más de 120 acciones en beneficio de los grupos de población favorecidos, indicó el Director de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez Andrade. Con el proyecto, la Unidad para las Victimas favorece a las comunidades con estudios y diseños que brindan soluciones de energía, instalación de capacidades administrativas y de gestión para proyectos productivos y generación de espacios para potenciar el aprendizaje institucional.
Los beneficios incluyen programas de promoción y visibilización del programa de Reparación Colectiva en lo local, regional y nacional. Los recursos hacen parte del Fondo Fiduciario Multidonantes para el Posconflicto y la Paz en Colombia, gestionado por el Banco Mundial, e incluyen contribuciones de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI) y el Fondo del Banco Mundial para la Consolidación de la Paz y el Estado.
Con base en el proyecto, el cual se implementó entre los años 2015 y 2019, se fortaleció el modelo aplicado por el programa de reparación colectiva, permitiendo la restauración de los daños colectivos de las comunidades beneficiadas y el mejoramiento de capacidades de incidencia en la toma de decisiones en los niveles local, regional y nacional.
El Director de la Unidad para las Víctimas agregó que el convenio permitió a la entidad avanzar en los planes de reparación, consolidando medidas de restitución, satisfacción, rehabilitación y garantías de no repetición, “generando reconciliación y escenarios de paz”. La puesta en marcha y ejecución del proyecto se consiguió con el apoyo de una misión de expertos del Banco Mundial.
Al respecto, Mariana Felicio, especialista sénior en desarrollo social para América Latina, del Banco Mundial, destacó que Colombia es el primer y único país al que el organismo multilateral ha apoyado con un proceso de reparación colectiva y que establece un estándar global al reconocer los daños causados por el conflicto.