Este es otro caso de una usuaria de la Nueva EPS, que por primera vez después de más de diez años de estar afiliada, se atreve a utilizar el servicio de urgencias por una lesión que sufrió en el pie derecho. La usuaria que es una periodista conocida en Barranquilla, no quiso revelar su nombre a los medios de comunicación al exponer su queja y su mala experiencia, algo que no le desea ni a su peor enemigo, el viacrucis que vivió ayer lunes 12 de mayo del presente año en la ciudad de Barranquilla para poder ser atendida del malestar que le aquejaba.
En horas de la mañana de ayer lunes 15 de mayo, la usuaria para estar segura donde la podían atender para que le diagnosticaran que le había pasado en su pie derecho que se lesionó, llamo a unos de los teléfonos de la entidad, al 3851258, allí una funcionaria del call centre le indica que puede ir a las siguientes IPS: clínica del Prado, clínica Reina Catalina, clínica Murillo y la General del Norte.
La usuaria escoge primero asistir a la clínica del Prado, en la entrada el portero le pregunta de que EPS es, la paciente le responde La Nueva EPS, este le pone mala cara y le dice creo que no se atiende, sin embargo pregunte a las recepcionistas, efectivamente le dicen a la adolorida mujer que tenía el pie derecho hinchado a reventar y con fuerte dolor, que lamentablemente no la podían atender porque desde hace un año habían terminado el contrato con la entidad.
Con su dolor, la usuaria se va con su música a otra parte, al llegar minutos después a la clínica Reina Catalina de entrada ella pregunta atienden usuarios de la Nueva EPS, una de las recepcionista le dice no porque esa entidad en muy conflictiva en el momento de cancelar el servicio que le prestan a sus usuarios.
Con su dolor que se aumentaba por forzar el pie para caminar y después de gasta dos taxis para llegar a esas IPS, sentada en un bordillo decide llamar a un familiar para que le hicieran el favor de verificar en la clínica Murillo si allí la podían atender, a los pocos minutos el sobrino de la señora le dicen que sí, pero si el caso lo amerita.
Con dolor al caminar se dirige a la clínica Murillo atravesando media Barranquilla, al llegar con preocupación que la devolvieran pregunto al portero, este caso si lo atienden aquí mostrando el pie hinchado, el guardia sin pensar la hace pasar para que le realizaran el triage, allí la enfermera que atiende exclama “señora qué le pasó, que pie tan hinchado”.
La mujer con dolor intenso, hambre y angustia pensó que la atenderían enseguida, pero no fue así, después de hora y media de estar esperando que la llamaran, ella se levanta de la incómoda silla, se dirige a las jóvenes que le toman los datos a los pacientes, y le pregunta que si ya la iban atender porque no aguantaba el dolor. La señorita le pregunta el nombre y sale a ver qué pasa, a los diez minutos la llaman y después de un desmayo por el fuerte dolor, la pobre mujer adolorida es al fin atendida.
La pregunta que la afiliada de la Nueva EPS se hace “por qué los afiliados del régimen contributivo que pagan mensual su EPS, en especial de la Nueva EPS, son tan mal atendido, si mi caso hubiera sido más grabe, me hubiera muerto en el intento de ser atendida.
Como lo escribió Juan Gossaín en un especial para El Tiempo precisamente de la Nueva EPS, en su título “Visita a la Nueva EPS, el camino que lleva al infierno” todo parece que esta entidad no le importa en lo más mínimo sus afiliados, a ellos sólo les interesa el dinero que reciben por parte de sus usuarios. Así mismo, Juan Gossaín describe: “EL dolor es tan evidente que puede tocarse con la mano. Lo peor es que no están pidiendo favores ni implorando una limosna. Están en su derecho. Y los derechos no se mendigan; los derechos se reclaman. Para lo que sirven los derechos en Colombia...”, por último finaliza “Dante puso en la puerta del infierno: "Los que entráis aquí, perded toda esperanza". En pocas palabras lo que quiso decir “los que entran a la Nueva EPS, pierdan sus esperanzas en tener un buen servicio”.
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