Así se pronunció el presidente Gustavo Petro Urrego frente a la elección hecha por la Corte Suprema de Justicia de la abogada Luz Adriana Camargo como la nueva Fiscal General de la Nación.
“La Corte (Suprema de Justicia) asumió su función constitucional. La terna es responsabilidad mía. De ella, obviamente, iba a salir una mujer, es lo que se ha conseguido y sin antecedentes de corrupción. De aquí para adelante, pues ya veremos si se atinó o no se atinó”, dijo el jefe de Estado.
El comentario del mandatario surgió en la rueda de prensa que ofreció en el Salón de Conferencias de la Casa Nariño, en la que presentó un estudio ferroviario en el país y anunció que “ahora corresponde un diálogo entre la Fiscalía nueva y el Gobierno Nacional para establecer los criterios comunes de política criminal que, espero, se puedan construir eficazmente”.
La Corte Suprema de Justicia escogió a Camargo en sesión de Sala Plena con el voto a favor de 18 de los 23 magistrados que integran ese alto tribunal.
La nueva Fiscal figuraba en la terna de aspirantes presentada por el presidente Petro en septiembre pasado y de la cual hicieron parte las juristas Amelia Pérez y María Ángela Buitrago.
El mandatario manifestó que “el avance de cooptación del crimen sobre la Fiscalía, que es lo peor que le podía suceder a la nación, ha avanzado”, por lo que, en este momento, “hay grupos criminales que han logrado detener las investigaciones sobre ellos y eso ha venido carcomiendo espacios del ente investigador”.
Enfatizó que en el ente investigador “hay mucha gente decente aún, pero el daño que se le ha hecho es enorme, transformar una Fiscalía en un instrumento de persecución política, extorsionar desde ahí para tomar posiciones políticas y proteger grupos criminales. Es todo lo contrario de lo que se tiene que hacer”.
Balance de criminalidad
El presidente Petro también hizo un balance de la situación de criminalidad en el país y anunció que, entre las medidas que está adoptando el Gobierno Nacional está la de ampliar a todo el país los programas de Policía de Convivencia y de Gestores de Convivencia, iniciativas que nacieron en su gestión como alcalde de Bogotá.
Mediante esta estrategia, el Gobierno espera atender de real a los problemas de convivencia, “tema que a veces no se abordan ni en la discusión política ni en la mediática, pero que parecer ser hoy el principal generador de la inseguridad en la vida cotidiana de las personas”, dijo.
En su análisis aseguró que en Colombia el delito se ha reducido en los últimos dos meses y que las cifras estadísticas oficiales del comportamiento de la criminalidad indican que todos los casos “están disminuyendo y de manera sustancial, como el secuestro o los actos de terrorismo”.
En el caso del homicidio, reconoció que el decremento se presenta “más débilmente” y que la extorsión es “el único delito, de los grandes delitos de Colombia que no disminuye”.
En el caso de la extorsión explicó que “la caída del mercado de cocaína lleva a organizaciones, que vivían de la cocaína, a extorsionar a su propia población en los territorios donde se mueve”.
Frente a este panorama, concluyó, “no se necesitan fusiles, se necesita una manera de comprender el conflicto inter-vecinos y solucionarlo”.